EL MUNDO › DEL CARGO DE PROXENETISMO
› Por John Lichfield *
Desde París
El ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn fue totalmente absuelto de “proxenetismo agravado” ayer en un violento juicio que se convirtió en un juicio a sus acusadores y al sistema judicial francés.
En un fallo retrasado –después de una audiencia de tres semanas en Lille en febrero–, un panel de cuatro jueces tiraron acusaciones de proxenetismo contra Strauss-Kahn y 11 personas más. En su fallo de 147 páginas, cuya lectura duró dos horas, los jueces dejaron en claro que ellos pensaban que el caso nunca debía haber llegado a la corte. Implicaron que los jueces de instrucción –que siguieron con el juicio en contra de los deseos de los fiscales estatales– habían estado influenciados por la celebridad de Strauss-Kahn.
Su absolución pone fin a cuatro años de acusaciones de mala conducta sexual contra el ex ministro de Finanzas francés, comenzando con su arresto por un presunto intento de violación en Nueva York en mayo de 2011. Ninguno de los alegatos dio lugar a condenas. Strauss-Kahn, sin embargo, resolvió fuera de los tribunales una demanda civil de la camarera de Nueva York, Nafissatou Diallo. Es poco probable que Strauss-Kahn, de 66 años, reasuma su carrera política. Era el principal candidato para ser el siguiente presidente de Francia en el momento de su detención en Nueva York, pero su reputación mancillada por su propia admisión de un gusto por “la brutalidad” y el sexo “libertino”. Antes de dejar la corte, se le escuchó murmurar a Strauss-Khan: “Todo eso para qué... qué desastre”.
En el caso de Lille, Strauss-Kahn y otros fueron acusados de “proxenetismo agravado” para supuestamente organizar fiestas sexuales con prostitutas en Francia, Bélgica y en Estados Unidos entre 2008 y 2011. Bajo la ley francesa, cualquier persona que ayuda a organizar actos de prostitución puede ser considerada culpable de proxenetismo, aunque no obtenga ningún beneficio financiero. Los jueces de instrucción creen que Strauss-Kahn fue el “instigador” y el organizador de esas orgías sin fronteras.
El día de ayer los jueces dictaminaron que no había pruebas de que Strauss-Kahn supiera que las mujeres en la fiesta eran prostitutas, ni que él organizara o instigara los eventos. Como máximo, dijeron, era un “cliente, lo que no es un delito para la legislación francesa”.
En el juicio se oyó evidencia de la supuesta conducta brutal o insensible del ex jefe del Fondo Monetario hacia dos de las mujeres en las fiestas. Declaró que él se complacía en el “libertinaje” o “libertad” sexual. Admitió que su conducta sexual hacia las mujeres a veces era “más ruda que el del hombre promedio”. Pero se quejó airadamente: “Se podría pensar que estoy en juicio por prácticas sexuales desviadas... Ya no hay esa ley (en Francia)”.
Su absolución era ampliamente esperada. Más sorprendentemente, los jueces de primera instancia también acusaron de proxenetismo contra otras 11 personas. Estos incluían a un propietario belga de un club de sexo, Dominique “Dodo la Caballa” Alderweireld, acusado de suministrar las mujeres, y dos empresarios acusados de organizar las fiestas sexuales. El único acusado condenado de proxenetismo fue un ex conserje de hotel que recibió una pena de un año de cárcel en suspenso.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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