La central sindical PIT-CNT de Uruguay realizó ayer un paro general de 24 horas en el que exigió mejoras salariales, mayor inversión en la obra pública y en el sector educativo. Otro de los motivos fue para oponerse a la participación del país en la negociación del acuerdo en comercio de servicios TISA, impulsado por los Estados Unidos y otros países desarrollados para desregular el mercado internacional de servicios. El presidente Tabaré Vázquez evitó cuestionar la medida, la primera de este tipo en siete años, y se reunió con el Consejo de Ministros para discutir el presupuesto nacional.

La paralización fue total en todo el país, informó en su página web el diario local La República. No hubo actividad bancaria y los institutos de enseñanza pública y privada permanecieron cerrados, dado que a la medida adhirieron maestros, docentes de secundaria y personal administrativo. El transporte, que comenzó a mermar el miércoles por la noche, fue reducido a la mitad y los taxis pusieron a disposición vehículos para situaciones de emergencia. En el sector salud, el personal paró durante todo el día. Sin embargo, atendieron urgencias, a pacientes oncológicos y a los internados en diferentes centros, en régimen de guardia gremial.

En este aspecto, el presidente de la central única Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), Fernando Pereira, resaltó que el paro de ayer fue el de mayor convocatoria desde el regreso a la democracia en 1984. El líder explicó que uno de los objetivos es nivelar los sueldos a las expectativas de crecimiento del país. “Si un país va a crecer un 15 por ciento, los salarios deben acompañar ese crecimiento.” Pereira dijo que si hay sectores que atraviesan dificultades, deben anunciarlo en el consejo de salarios correspondientes. “Nadie nos llamó a negociar salarios suplementarios cuando hubo record de exportación y record de precios internacionales. Nadie dijo ‘hay que repartir el excedente que estamos logrando’”, afirmó. “Si los sindicatos no tensionaran, todavía tendríamos jornadas de 16 horas. La tensión hay que hacerla en un gobierno progresista, del brazo izquierdo”, expresó.

La medida de fuerza da cuenta de ciertas diferencias dentro del gobierno, dado que parte de la PIT-CNT está integrada por militantes de sectores que forman parte del oficialista Frente Amplio.

El secretario de relaciones internacionales del PIT-CNT, Antonio Elías, explicó que la central se opone al TISA porque los objetivos son el libre acceso de las transnacionales a los mercados de servicios sin limitaciones de ningún tipo. “Nosotros, los enanitos del sur, vamos a competir en igualdad de condiciones con las empresas multinacionales. De este modo, el acuerdo reducirá la soberanía nacional y la democracia.”

Por su parte, el mandatario uruguayo se reunió ayer en la residencia presidencial de Suárez y Reyes con el Consejo de Ministros. El proyecto de presupuesto para los próximos cinco años debe remitirse al Parlamento antes del 31 de agosto. El ministro de Trabajo, Ernesto Murro, evitó calificar de forma negativa la medida. “El paro es parte del sistema democrático del país y del sistema de relaciones laborales y en ese sentido lo apoyamos. Esperamos que sea una jornada de paz, y democrática, en la que cada uno es responsable de sus actos”, dijo el funcionario. “El gobierno está trabajando intensamente: se han anunciado en estos cinco meses una serie de medidas que se han ido tomando para mejorar las condiciones de trabajo, la calidad de vida de la gente, el desarrollo productivo del país, la distribución de la riqueza”, señaló Murro.

Por otro lado, el ex mandatario José Mujica se mostró receptivo con los reclamos de la central obrera. “Creo que hay una preocupación y hay madurez también en los sindicalistas. Se quiere tener seguridad de no retroceder. Tener seguridad de que se mantiene el terreno conquistado, es decir, que el poder adquisitivo que se logró se pueda mantener.”