Tras mantener un encuentro con jóvenes, el papa Francisco se refirió ayer al problema de la inmigración e instó a resolver los conflictos de identidades dentro de un país a través del diálogo. “Los echaron de un país y de otro y de otro, y van por mar. Cuando llegan a un puerto o a una playa, les dan un poco de agua y un poco de comida y los vuelven a echar al mar”, señaló Francisco. “Este es un conflicto no resuelto y es guerra, esto se llama violencia, se llama matar”, dijo. El Papa opinó que los conflictos que motivan la huida de migrantes de sus países de origen se pueden resolver si se respeta la identidad de los demás. “Los verdaderos conflictos sociales, también culturales, se resuelven con el diálogo”, señaló.