EL MUNDO › EL MANDATARIO DE EE.UU. EXHORTó AL CONGRESO A DEJAR SIN EFECTO EL BLOQUEO ECONóMICO CONTRA LA ISLA
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mandatario demócrata puso la nueva política norteamericana hacia la isla como ejemplo de que la doctrina del diálogo funciona. Hoy se reúne con Raúl Castro.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió el levantamiento del embargo de su país contra Cuba y se mostró seguro de que el Congreso inevitablemente lo hará. En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el jefe de Estado puso la nueva política norteamericana hacia la isla caribeña como ejemplo de que la doctrina del diálogo funciona y da sus frutos. “El embargo no debería estar más en vigor”, dijo ante la presencia de Raúl Castro. El líder demócrata reconoció una vez más que la política de aislamiento que llevaron a cabo sus predecesores en la Casa Blanca no prosperó. “Durante 50 años, Estados Unidos siguió una política hacia Cuba que fracasó a la hora de mejorar la vida de los cubanos. Hemos cambiado esto”, señaló el presidente ante el plenario de jefes de Estado. Washington y La Habana restablecieron formalmente relaciones bilaterales el 20 de julio. Los expertos aseguran que no habrá una normalización de las relaciones hasta que Estados Unidos no levante el bloqueo.
Ante los aplausos de los 193 países en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Obama insistió en que el cambio no llegará de un día para otro en Cuba, pero confió en que la apertura y no la coacción apoyará las reformas y mejorará la vida de los cubanos. “Creo que Cuba encontrará el éxito si busca la cooperación con otras naciones”, señaló. Presente por primera vez en la ONU, Raúl Castro, de 84 años, escuchó atentamente al mandatario estadounidense en el hemiciclo donde sesiona la Asamblea General. Los dos presidentes se reunirán hoy en Nueva York, en el segundo encuentro desde que el 17 de diciembre de 2014 anunciaran el comienzo del proceso para reanudar la relación diplomática bilateral luego de más de medio siglo. Obama y Castro conversaron directamente por primera vez en abril pasado, durante la Cumbre de las Américas que sesionó en Panamá. Ambos mandatarios hablaron por teléfono la semana pasada, antes de la visita del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos.
Castro pidió acabar con el bloqueo el sábado durante una cumbre de desarrollo de la ONU, al considerar que esa política es el principal obstáculo para el desarrollo económico de su país y perjudica a ciudadanos y empresas estadounidenses. También lo hizo ayer ante la Asamblea General de la ONU (ver aparte). La de Castro es la primera visita de un mandatario cubano a la organización internacional desde la de su hermano Fidel en 2000.
A pesar del deshielo de las relaciones entre los vecinos –Washington eliminó a Cuba de la lista de países patrocinadores de terrorismo–, Estados Unidos aún mantiene diferencias con el gobierno comunista cubano, dijo Obama. “Seguimos teniendo diferencias con el gobierno cubano y vamos a seguir defendiendo los derechos humanos, pero ahora abordamos esos asuntos a través de relaciones diplomáticas y aumentamos el comercio y los lazos entre personas”, señaló. Pero, según el mandatario, a medida que esos contactos den resultados, los legisladores estadounidenses se convencerán de levantar el embargo.
Aunque Obama tomó medidas para relajar el bloqueo, no puede decretar por su cuenta la finalización de esa medida. Sólo el Congreso está facultado para desmontar en su totalidad el embargo, entramado legal vigente desde 1962 que está codificado en varias normativas, la mas completa de ellas, la ley Helms-Burton de 1996.
El Partido Republicano, que controla las dos cámaras del Congreso, es un férreo opositor al acercamiento con Cuba y rechaza levantar las sanciones hacia la isla. Tal como demostró con otros asuntos cuando está a menos de 500 días del fin de su mandato, Obama no dejó que la oposición republicana interrumpa el acercamiento con la isla, ubicada a solo 140 kilómetros de la Florida. El jefe de la Casa Blanca aprovechó el viaje del papa Francisco para aprobar medidas que moderan parcialmente el efecto del embargo. Fue así como la Casa Blanca ordenó levantar restricciones a Cuba, eliminar el límite de 2000 dólares de remesas hacia la isla y autorizar a ciudadanos estadounidenses a tener empresas en el país caribeño.
Poco después del discurso de Obama, la Casa Blanca anunció el viaje de la secretaria estadounidense de Comercio, Penny Pritzker, a La Habana, el 6 y 7 de octubre, para discutir con el gobierno cubano detalles sobre la reapertura del comercio y los viajes entre ambos países. Pritzker será el segundo miembro del gabinete ministerial de Obama en arribar a la isla desde el restablecimiento en julio de las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana. Durante su visita a la isla, Pritzker se reunirá con altos funcionarios cubanos y copresidirá el llamado diálogo bilateral. El objetivo de este mecanismo es facilitar una implementación más efectiva de las nuevas políticas de Estados Unidos hacia Cuba, precisó ayer el Departamento de Comercio a través de un comunicado. En ese encuentro, miembros de la delegación estadounidense del Departamento de Comercio y del Tesoro explicarán a sus homólogos cubanos los recientes cambios realizados a las normativas en materia de comercio, transacciones financieras y viajes con respecto a Cuba. Por otra parte, la delegación cubana informará a la estadounidense sobre la estructura y el estatus de la economía cubana, incluido el sector no gubernamental, según el Departamento de Comercio norteamericano.
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