Jimmy Morales, candidato del Frente Convergencia Nacional (FCN-Nación), arrasó en la segunda vuelta de Guatemala. El cómico de derecha apoyado por veteranos militares sumó una ventaja inédita en su carrera por llegar a la Presidencia al alcanzar el 69,34 por ciento del apoyo, con un 93 por ciento de las mesas escrutadas al cierre de esta edición. Su rival, la ex primera dama Sandra Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata), obtuvo el 30,66 por ciento de los sufragios.

El político de 46 años agradeció al pueblo por su apoyo en un mensaje que transmitió a la cadena televisiva Guatevisión. “Recibí el mandato de luchar contra la corrupción que nos ha carcomido”. Y agregó: “Me esforzaré con todo mi corazón y con todas mis fuerzas para no defraudarlos con ese voto que me hizo presidente”, dijo el licenciado en administración de empresas, más conocido por su trabajo de cómico en televisión. Morales fue la revelación en los comicios celebrados el 6 de septiembre: “outsider” de la política, se vio impulsado, sobre todo, por el desencanto y el cansancio de los guatemaltecos ante la política tradicional.

Las elecciones se celebraron en un momento de gran convulsión política en el país centroamericano. La primera vuelta se realizó cuatro días después de la renuncia del presidente Otto Pérez Molina –elegido en 2011–, en medio de un escándalo de corrupción. Pérez fue procesado y está en prisión acusado de dirigir una estructura criminal dedicada a la defraudación aduanera. El comediante y empresario sufragó vestido con la camiseta de la selección nacional de fútbol y dijo estar listo para servir al país en caso de ser electo. En medio de una marea de periodistas y algunos simpatizantes, Morales votó en la escuela Ave María, de la colonia San Ignacio, en el municipio de Mixco, al oeste de la capital. Pese a que las encuestas vaticinaban su triunfo frente a Sandra Torres, el candidato presidencial prefirió ser cauto. “Yo no me confío, desde niño me enseñaron que los regalos se abren a las doce de la noche y si Dios me da el privilegio de servir lo haré”, expresó el cómico reconvertido en político. Al grito de “guate, guate, guate” luego de votar, acompañado de su esposa, Patricia Marroquín, y de Sammy, uno de sus hermanos, James Ernesto Morales Cabrera aseguró no tener compromisos con nadie, sólo con Dios y la población. Y señaló que gane quien gane, no es el hombre o la mujer el que va a cambiar el destino de Guatemala, sino el pueblo. En una improvisada rueda de prensa, el aspirante a la primera magistratura del país sostuvo que si era favorecido con el voto, las prioridades de su gobierno serán la educación, la salud y el desarrollo de Guatemala.

Por su parte, la ex primera dama y rival de Morales emitió su voto en la capital del país centroamericano, donde manifestó su optimismo por ganar las elecciones. Además, criticó el entorno de su contrincante. “El otro candidato representa a la vieja guardia de militares cuestionados, y eso es lo que la gente debe saber: quién rodea a cada candidato. Y, en su caso, son militares cuestionados”, aseguró Torres en medio de docenas de periodistas. “Morales es la continuidad de Otto Pérez Molina. Dime con quien andas y te diré quién eres”, señaló Torres, ex esposa del ex presidente Alvaro Colom, que gobernó el país desde 2008 a 2012.

La agrupación política del comediante fue fundada en 2008 por veteranos militares de la guerra civil guatemalteca, que entre 1960 y 1996 dejó 200.000 muertos y 40.000 desaparecidos, en uno de los conflictos armados internos más sangrientos del continente. Torres habló de la participación ciudadana y dijo que “aparentemente ha bajado la afluencia de votantes”. De los más de 7,5 millones de guatemaltecos llamados a votar, se contabilizó la participación de 2.716.411 electores. Morales tomará posesión de su cargo el 14 de enero para un período de cuatro años.