En su estrategia de evitar las acusaciones por abusos cometidos contra civiles en la lucha contra el crimen organizado, el Ejército mexicano aseguró ayer que tiene pensando grabar imágenes en video de todas las intervenciones vinculadas con sus acciones contra la delincuencia.

El registro que los militares aztecas tienen pensado implementar requiere de la instalación de cámaras de video montadas en los cascos tácticos que llevará consigo el personal castrense, técnica que servirá para documentar “incidentes” e “interacciones” que tenga la tropa con los delincuentes: el objetivo de esta iniciativa es demostrar que las Fuerzas Armadas se apegan a las normas de respeto a los derechos humanos, indicó el Ministerio de la Defensa. El diario Milenio reveló documentos que demuestran que el Ejército solicitó fondos a Defensa para poner en marcha esta práctica desde comienzo de año. La iniciativa se conoce después de que Amnistía Internacional denunciara en un informe que “la epidemia de tortura” en México ha alcanzado “niveles catastróficos” con más del doble de denuncias de asfixia, violaciones y otros tipos de abuso sexual, choques eléctricos y golpizas a nivel federal en el último año.