Los independentistas catalanes presentaron una declaración que pretenden aprobar gracias a su mayoría parlamentaria para dar inicio al proceso de creación de un Estado independiente en forma de República. El escrito generó la reacción del jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, quien garantizó que utilizará la ley para frenar a los secesionistas.

El bloque independentista integrado por Junts pel Sí (Juntos por el Sí) y la anticapitalista Candidatura d’ Unitat Popular, que mantienen difíciles negociaciones para la conformación de un gobierno de transición, pactaron y registraron la declaración para su debate y aprobación, dando el primer paso hacia la secesión de España a sólo 24 horas de la conformación del nuevo Parlamento de Cataluña.

En el documento, que cuenta con nueve puntos, los independentistas dejaron en claro que desobedecerán las resoluciones judiciales que estén dirigidas a abortar el proceso. “El proceso de secesión no se supeditará a las decisiones de las instituciones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional, ya que es un organismo deslegitimado.” Al respecto, llamaron al futuro gobierno de Cataluña a cumplir exclusivamente las normas o mandatos que emanen del Parlamento catalán para blindar los derechos fundamentales que puedan estar afectados por decisiones de las instituciones del Estado español. “Las elecciones del 27 de septiembre brindaron un mandato democrático que se basa en la mayoría de escaños de las fuerzas parlamentarias que tiene el objetivo de que Cataluña sea un estado independiente”, explica el texto. Asimismo, sostiene que la apuesta es abrir un proyecto constituyente no subordinado para preparar las bases de la futura constitución catalana. También considera pertinente iniciar en el plazo máximo de 30 días la tramitación de las leyes del proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública.

Finalmente, en el escrito, los independentistas expresaron su voluntad de iniciar una negociación para hacer efectivo el mandato democrático de crear un Estado independiente catalán en forma de República, y lo pusieron en conocimiento del Estado español, la Unión Europea y el conjunto de la comunidad internacional.

Ante la presentación de la declaración de los secesionistas, Rajoy compareció de forma urgente desde el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo, para mostrar determinación y tratar de transmitir calma ante el desafío. “Esta iniciativa no puede calificarse sino como un acto de provocación de quienes saben que la ley no está de su parte”, aseguró. “El gobierno que presido garantiza y garantizará que no van a lograr ninguno de sus objetivos”. El líder conservador subrayó que la propuesta de resolución de los independentistas, en caso de ser aprobada por el parlamento catalán, “no surtirá ni uno solo de sus efectos”. El jefe del Ejecutivo también recordó que su gobierno aprobó recientemente una reforma del Tribunal Constitucional que está dirigida específicamente a dotarlo de un instrumento para hacer cumplir sus sentencias, dejando en claro que no dudará en actuar contra los diputados catalanes. “Quienes quieran separar y dividir a Cataluña de España, deben saber que no lo van a lograr. Y no van a hacerlo porque van en contra de la mayoría de los catalanes y el conjunto de los españoles, y tienen enfrente a la ley y a un gobierno que está dispuesto a hacerla valer”, insistió.

Antes de su comparecencia, Rajoy recibió un llamado del líder opositor socialista, Pedro Sánchez, que le transmitió su inquietud ante lo que calificó de “pulso antidemocrático” de los secesionistas.

Por su parte, el ministro de Justicia español, Rafael Catalá, aseguró que el Ejecutivo español “valorará jurídicamente” cualquier declaración que apruebe el parlamento catalán que suponga un paso hacia la secesión y actuará en consecuencia.

El diputado por la CUP, Albert Botran, explicó en conferencia de prensa que la declaración de los secesionistas está abierta a otras fuerzas, concretamente con la intención de sumar a Catalunya Si que es Pot (Cataluña sí que se puede), en la que está integrada la izquierdista Podemos, y el objetivo es aprobarla en un pleno de la próxima semana antes de la primera sesión de investidura prevista para el nueve de noviembre.

La CUP escenifica este acuerdo con Junts pel Sí pero ratifica su negativa a apoyar la investidura del actual jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, una figura que consideran que está vinculada a los recortes implementados en Cataluña en los últimos años y a la corrupción. “Hay voluntad de llegar a acuerdos para avanzar en el proceso constituyente y hacia la independencia, pero no se pueden hacer otras lecturas. Este acuerdo no es a cambio de nada”, subrayó Botran.

La oposición catalana no tardó en reaccionar a la presentación de la declaración secesionista. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, calificó la propuesta de los independentistas como “un golpe a la democracia”.

La presentación de la declaración coincidió con un mega operativo policial por un caso de blanqueo de capitales y evasión fiscal contra la familia del ex presidente catalán, Jordi Pujol, fundador de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), el partido de Mas.