EL MUNDO › HEBRON SE CONVIRTIO EN FOCO DE LA OLA DE ATAQUES ARABES Y REPRESION ISRAELI
Un joven de 23 años murió a manos de las fuerzas ocupantes luego de que intentara acuchillar a un policía militarizado israelí. Otro joven de 19 años fue baleado y murió tras de un presunto ataque con arma blanca que no dejó heridos.
En una nueva jornada de violencia en la Palestina ocupada, dos jóvenes fueron baleados por el ejército israelí en Hebrón, lugar que se convirtió en foco de la ola de ataques y represión que azota a Cisjordania; en tanto un tercer palestino falleció de un paro cardíaco cuando soldados israelíes impidieron el paso de la ambulancia que lo trasladaba en Jerusalén Este. Una vez más el epicentro de la tensión se trasladó a la ciudad palestina, que mantiene una alta carga nacional y religiosa para las partes en conflicto, en donde Mahdi Mohamed Ramadan al Muhtasib, un joven de 23 años, murió a manos de las fuerzas ocupantes luego de que, según la versión del ejército, intentara acuchillar a un policía militarizado israelí en inmediaciones de la mezquita de Ibrahim, lugar sagrado disputado por colonos ultranacionalistas judíos. El policía militarizado resultó levemente herido, informó el ejército israelí. Tras el asesinato de Muhtasib otro joven palestino de 19 años, Farouk Abdel Qader Omar Sidr, fue baleado por soldados israelíes y murió luego de un presunto ataque con arma blanca que no dejó heridos en la calle Shuhada, arteria que se ha vuelto famosa porque, pese a estar en el corazón de la Ciudad Vieja de Hebrón, puede ser utilizada exclusivamente por colonos israelíes.
La versión que apunta al joven palestino de 23 años como atacante fue desmentida por testigos palestinos que afirmaron, en diálogo con la agencia de noticias local Maan, que Muhtasib no llevaba consigo un cuchillo, tal como sostuvo el ejército israelí. Además, un palestino de 52 años, Nadim Shqeirat, murió luego de que soldados israelíes frenaran en uno de los nuevos puestos de control militar callejero la ambulancia que lo transportaba al hospital.
Cuando finalmente llegó a la sala de urgencias, los médicos informaron que había sufrido un paro cardíaco. Es la segunda vez que un palestino fallece dentro de una ambulancia, luego de que soldados israelíes la frenara en un puesto de control y demoraran un viaje que suele llevar minutos. Los asesinatos de los dos jóvenes se suman a una larga serie de incidentes de la misma naturaleza que tuvieron lugar en las últimas semanas en Hebrón. A ese asentamiento se suma otro, muchos más grande y casi aledaño –y uno de los más radicalizados de Cisjordania–, el de Kiriat Arba, donde también se registraron casos de apuñalamiento.
Hebrón se convirtió en los últimos diez días en el foco de mayor tensión entre israelíes y palestinos, después de dos semanas y media de violencia en Israel, Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. De hecho, es allí donde se registró la mayoría de las muertes y heridos de la última semana de la ola de violencia, ataques y represión que comenzó en la vecina Jerusalén hace varios meses. Al menos siete palestinos acusados de haber atacado a soldados y a un civil israelíes fueron abatidos en los últimos días cerca de la Tumba de los Patriarcas en Hebrón. Desde principio de octubre al menos 62 palestinos y 11 israelíes murieron, mientras 1300 palestinos y decenas de israelíes resultaron heridos.
El Centro de Ayuda Legal y Derechos Humanos de Jerusalén, ONG palestina con sede en la capital de Cisjordania, Ramalá, denunció ayer que el Estado israelí se niega a entregar los cuerpos de 29 de esas víctimas palestinas, entre ellas 17 personas oriundas de Hebrón, según un comunicado, en el que citan como fuentes al Ministerio de Salud palestino y a las familias de los fallecidos.
Para los habitantes de Hebrón, este lugar sagrado –con una sinagoga de un lado y una mezquita del otro, ambas bajo fuerte custodia del ejército israelí– es símbolo manifiesto de la ocupación israelí. Los palestinos temen que la gestión del Templo situado en la Ciudad Vieja se aplique a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, otro sitio sacrosanto para musulmanes y judíos, pero donde estos últimos no tienen el derecho de ir a rezar. Los habitantes de Hebrón, dominados por el pesimismo, no vislumbran ninguna mejora en su situación. Es que por décadas la colonización avanzó, la Tumba de los Patriarcas –la Mezquita de Ibrahim para los musulmanes– se dividió en dos partes después de que un extremista judío abriera fuego matando a 29 musulmanes en 1994, las agresiones de los colones son frecuentes y los medios desplegados por las autoridades palestinas o por las fuerzas internacionales de interposición resultan ineficaces.
Durante mucho tiempo, Hebrón fue además centro comercial de la Cisjordania ocupada, pero la instalación de colonos israelíes tuvo un fuerte impacto en la ciudad donde fueron enterrados los personajes bíblicos Abraham, Isaac y Jacob, y sus respectivas mujeres, según las creencias religiosas judía, cristiana y musulmana. Actualmente, 500 colonos viven atrincherados y bajo protección militar en el centro de la ciudad, separada del resto por una zona de seguridad. En la calle de los Mártires, otrora bulliciosa, solamente se ven tiendas cerradas. En torno a este enclave, viven 200.000 palestinos.
“Hebrón es el único lugar donde los colonos se han instalado en el centro de la ciudad”, afirmó Isa Amro, figura de la lucha contra la colonización, para quien la ola de violencia se produce como respuesta a las tentativas de judaización de la Ciudad Vieja, a las ejecuciones sumarias y a la cobertura del ejército a los atropellos cometidos por los colonos.
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