EL MUNDO › APRUEBA EL PRIMER ENVIO DE SOLDADOS ESTADOUNIDENSES PARA COMBATIR AL ESTADO ISLAMICO
Aunque el vocero de la Casa Blanca dijo que irán en calidad de asesores y no combatientes, se trata del primer contigente en el terreno y se suma a la campaña de bombardeos. La decisión viene pocos días después de que Rusia hiciera lo mismo.
› Por Rupert Cornwell y
Andrew Buncombe *
Estados Unidos mandará tropas a Siria para ayudar por primera vez en la lucha contra el Estado Islámico (EI), un giro de la oposición del presidente Barack Obama para basar las fuerzas estadounidenses en el país.
No más de 50 soldados serán enviados a ofrecer asesoramiento y apoyo a las tropas moderadas de la oposición, dijo anoche el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Insistió en que no era un rol de combate.
“No se puede negar el grave riesgo al que se enfrentan– dijo Earnest– pero no se encuentran en una misión de combate.” Tropas estadounidenses han entrado en Siria previamente para intervenciones únicas, pero este es el primer despliegue adecuado.
Los informes dijeron que las tropas también serán enviados a Irbil, en el norte de Irak, y que Obama también autorizó el despliegue de aviones A10 y F15 de la base aérea de Incirlik en Turquía. Estados Unidos también intensificará su asistencia militar para Jordania y el Líbano y participará en nuevas conversaciones con el primer ministro iraquí, Haider al Abadi para apuntar a líderes y redes del EI. le dijo un funcionario a Reuters. La noticia llegó mientras el último esfuerzo diplomático para poner fin a la guerra civil siria –incluyendo por primera vez un representante de Irán– se ponía en marcha en Viena. Las conversaciones se centraron en una forma de aliviar al presidente Bashar Assad, mientras que Irán por primera vez esta semana daba señales de que estaría dispuesto a ver un período de transición de seis meses. Las conversaciones terminaron con un llamamiento a la ONU para iniciar un nuevo proceso de alto el fuego entre el gobierno de Siria y la oposición con el objetivo final de la transición política.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, hizo el anuncio en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y el enviado de la ONU a Siria, Staffan de Mistura. Pero el principal bloque de fricción –el destino de Assad y un acuerdo sobre una “transición administrada” para aliviarlo– sigue sin resolverse.
En otro giro en Estados Unidos en los últimos meses, Washington ya no insiste en salida inmediata de Assad. Pero sostiene que no puede ser parte de cualquier solución a largo plazo al conflicto de cuatro años y medio de duración, en el que murieron 250.000 y 11 millones de personas –la mitad de la población de Siria– fueron desplazados.
Rusia e Irán, los socios claves de Assad, no descartan su ida pero insisten en que sólo el gobierno de Damasco y los grupos de oposición sirios deben decidir el futuro de su país, una fórmula que lr da un veto efectivamente el presidente sirio. Señalan a las elecciones de 2014 –que Occidente dice que fueron manipuladas– que le permitieron un nuevo término que duraba teóricamente hasta el año 2021.
Otras complicaciones son la fragmentación de los grupos de la oposición que luchan contra Assad, la acción militar de Rusia para apoyarlo, y las partes de territorio sirio ahora en manos del EI.
La esperanza reside en el hecho de que, finalmente, todos los principales países implicados están sentados en la misma mesa, y que después del acuerdo nuclear del verano pasado, Teherán y Washington podrían poder trabajar más estrechamente. Pero las perspectivas de eso recibió un nuevo golpe ayer con los informes de que Irán arrestó y encarceló un cuarto iraní-estadounidense en Teherán, Siamak Namazi, un hombre de negocios de unos cuarenta años.
La presencia de Irán sólo aumentó las tensiones con su rival Arabia Saudita, líder de la coalición de los países árabes sunnitas que exigen la expulsión temprana de Assad. El conflicto sirio se convirtió en parte de una guerra de poder entre las dos potencias más grandes de la región, mientras que el aumento de la participación de Rusia y Estados Unidos amenaza con forzar un enfrentamiento entre las dos potencias.
Un alto funcionario ruso advirtió ayer a Estados Unidos sobre el envío de sus propias fuerzas de tierra a Siria. La participación de cualquier fuerza extranjera sin coordinación con el gobierno de Assad era “inaceptable”, dijo Sergei Ryabkov, el viceministro de Relaciones Exteriores.
Rusia comenzó su campaña aérea en Siria el 30 de septiembre, afirmando que estaba apuntando al EI. Pero los analistas occidentales dicen que la mayor parte de los ataques fueron contra los rebeldes más moderados apoyados por Estados Unidos y luchando contra el presidente Assad. Ayer, un ataque con misiles en un suburbio densamente edificado de Damasco mató al menos a 45 civiles.
Obama previamente había descartado explícitamente el despliegue estadounidense en Siria, diciendo en septiembre de 2013: “No voy a poner las botas estadounidenses sobre el terreno en Siria”. Pero a principios de esta semana, el secretario de Defensa, Ashton Carter, dijo que Estados Unidos había estado considerando opciones últimamente para intensificar la lucha.
Dos funcionarios estadounidenses dijeron que los despliegues serían estrictamente adaptados, tratando de avanzar en objetivos militares específicos y limitados, tanto en Irak como en Siria. Eso opción incluye desplegar temporariamente algunas fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos dentro de Siria para asesorar a los combatientes de la oposición siria moderada y, potencialmente, para ayudar a los ataques aéreos estadounidenses.
Otras posibilidades, incluyendo el envío a Irak de un pequeño número de helicópteros de ataque Apache, y las fuerzas estadounidenses para operarlos ellos, así como el tomar medidas para reforzar otras capacidades iraquíes necesarias para recuperar parte del territorio del EI.
John Pike, un analista de defensa de GobalSecurity.Org, dijo que no creía que las varias docenas de fuerzas especiales que se envíen, en última instancia conducir al envío de cientos de miles de personas. También dijo que cree Estados Unidos tiene pocas opciones. “Si no llevamos la lucha a EI, ellos la traerán hacia nosotros”, le dijo a The Independent. “Son mucho más peligroso que Al Qaida.”
Paul Ryan, el nuevo jefe de diputados dijo anoche que espera que el despliegue de tropas fuera el inicio de una estrategia para la participación de Estados Unidos en la guerra. “Obama realmente no tuvo una estrategia con Siria”, le dijo el republicano de Wisconsin a ABC News. “Con suerte, tiene una ahora.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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