Un atentado talibán perpetrado ayer en cercanías del Aeropuerto de Kabul, capital de Afganistán, causó al menos un muerto y más de 30 heridos, la mayoría de ellos niños que estudiaban en una escuela islámica cercana.

El portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqi, detalló que el atentado fue ejecutado en el área de Hawa Shinasi, ubicada al este del aeropuerto. El suicida hizo explotar un coche bomba a primera hora de la mañana.

En tanto, una fuente oficial indicó que al menos 68 supuestos miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) murieron y otros cuatro resultaron heridos en bombardeos de las Fuerzas Aéreas afganas en la provincia de Nangarhar (este), bastión del grupo jihadista en el país. Los ataques aéreos se produjeron entre la tarde del domingo y el mediodía de ayer en Achin y Chaparhar, dos de los distritos más inseguros en la provincia, dijo el portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai.

En cuanto al atentado en las cercanías del aeropuerto, el jefe de la Policía de Kabul, Abdulrahman Rahimi, confirmó un muerto –un civil– y al menos 31 heridos, según la agencia afgana de noticias Jaama Press.

El ataque fue reivindicado por los talibán en un comunicado en el que identificaron como objetivo un autobús que transportaba tropas extranjeras. Según esta nota, difundida a través de Internet, perdieron la vida “diez extranjeros” y tres “trabajadores mercenarios”.

“El equipo de reconocimiento del Estado Islámico (EI) llevaba observando este minibús durante mucho tiempo porque sirve para el transporte diario de estadounidenses y europeos que trabajan para las fuerzas de la OTAN”, añaden los talibán.

Un portavoz de la misión de la OTAN, sin embargo, descartó que el contingente extranjero se hubiese visto afectado por este ataque.

Respecto de los bombardeos, se informó que también destruyeron numeroso armamento y munición del EI, mientras que “fuerzas de seguridad y civiles no sufrieron bajas”, indicó Khogyanai.

El EI está presente en al menos cuatro provincias del este y sur de Afganistán desde hace un año y tiene en Nangarhar su mayor bastión en el país asiático, en distritos como Achin, fronterizo con Pakistán, donde las fuerzas afganas lanzan frecuentemente ofensivas contra este grupo. La irrupción del grupo yihadista alteró el escenario de guerra de los últimos catorce años en el país y llevó al Gobierno afgano a establecer unidades especiales para combatirlo. En este marco de conflicto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) advirtió la semana pasada del riesgo que plantea la presencia del EI en Afganistán.