EL MUNDO
› FIRMA MEDICARE Y ANUNCIO DE AL GORE
Todo vale hacia el 2004
George W. Bush firmó ayer la polémica reforma del sistema de salud público para los jubilados estadounidenses, que fue aprobada hace unos días por el Congreso norteamericano. Mientras, los representantes del Partido Demócrata que votaron en contra reiteraron su oposición a la ley que, según ellos, fue utilizada por Bush como un arma electoral para los comicios presidenciales del año que viene –la industria farmacéutica norteamericana figura entre los principales contribuyentes de la campaña de Bush–. A propósito de las presidenciales, según los medios norteamericanos, el ex vicepresidente Al Gore apoyará hoy oficialmente la candidatura de Howard Dean, uno de los nueve aspirantes demócratas a quitarle la silla presidencial a George W.
“Al modernizar este programa, estamos haciendo realidad el compromiso de Medicare con nuestros mayores”, afirmó el presidente en la ceremonia de la firma de la ley, a la que asistieron los principales legisladores republicanos que impulsaron su aprobación. La medida más importante de la nueva ley –que según los demócratas le costará al país unos 400.000 millones de dólares en apenas 10 años– es la cobertura parcial del costo de los medicamentos a partir del 2006. Esa cobertura, que no es total y para la cual hay que pagar una cotización anual, tampoco ayuda a las personas que cada año gastan entre 2250 y 3600 dólares en recetas por el altísimo costo de los fármacos norteamericanos. Además, a partir del 2010, las empresas de salud prepagas podrán ofrecer planes privados a los millones de ancianos que reciben atención médica estatal en determinadas zonas del país.
Para los demócratas, esta medida marca el principio del fin de Medicare al permitir que el sector privado entre a competir con el Estado. Decenas de jubilados y un grupo de demócratas encabezados por los senadores Nancy Pelosi y Edward Kennedy se concentraron ayer frente a la sede del Congreso para protestar por la ley.