Miles de griegos profesionales, entre ellos abogados e ingenieros, marcharon ayer en Atenas contra la reforma de las jubilaciones que pretende implementar el gobierno de Alexis Tsipras en su intento por cumplir con las condiciones ordenadas por los acreedores del país heleno. Según la policía, alrededor de 6000 personas de sindicatos farmacéuticos, médicos, veterinarios y otros sectores se movilizaron desde el rectorado de la Universidad de Atenas hasta la céntrica y emblemática plaza Syntagma, sede del Parlamento heleno.

En el recorrido, los manifestantes se detuvieron varios minutos frente al Ministerio de Trabajo, donde las consignas fueron “No a la reforma de las pensiones”, “Todos a la calle en contra de la ley” o “Katrúgalos (ministro de Trabajo) dimisión”. En total, el gobierno griego se comprometió con el cuarteto de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad) a ahorrar un 1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año, es decir, 1400 millones de euros. Medidas que, sin embargo, chocan con la resistencia de una sociedad que ya vio recortadas sus jubilaciones, en los últimos años, en una media del 30 por ciento. El proyecto de ley contempla igualar las cotizaciones a la Seguridad Social –pensiones y enfermedad– de agricultores y autónomos a la de los asalariados, hasta alcanzar el 26,95 por ciento del salario bruto.

Para trabajadores de planta, el volumen es asumido en un tercio por los empleados y en dos tercios por los empleadores; en el caso de los autónomos, la carga recae sobre sus espaldas. Para los autónomos con ingresos inferiores a 20.000 euros anuales, las cotizaciones pueden incluso bajar pero, en caso que superen ese monto, los aumentos van desde un 5 por ciento hasta un 300 por ciento, en función de la base imponible. Las protestas contra los cambios en el sistema de pensiones se suceden en varios frentes y zonas del país.

La Federación de Marineros de Grecia (PNO), que ayer mantenía el segundo día de huelga, convocó un nuevo paro para la semana próxima. Otro de los sectores afectados, los agricultores, bloquearon varias rutas, entre ellas, la que conduce a la frontera con Bulgaria y la que une Atenas con Salónica, la segunda ciudad del país, en la que se colocaron más de mil tractores. Además, anunciaron que los propietarios de más de 1300 vehículos agrícolas están dispuestos a continuar con los cortes si el gobierno no da marcha atrás a las reformas.