Por Elizabeth Nash*
Desde Madrid

En el segundo golpe contra la ETA en menos de una semana, España anunció la captura de los supuestos jefes militares de esta organización separatista vasca. Gorka Palacios Alday, considerado uno de los líderes militares más buscados de ETA, fue capturado en una redada nocturna en el pueblito de Lons, cerca de Pau, en el sudoeste de Francia, junto a tres supuestos cómplices. Son sospechosos de haber planeado una ola de ataques terroristas en las costas del Mediterráneo durante varios años consecutivos, incluido el del verano del 2000, en el que un concejal local conservador y un fiscal regional fueron asesinados. La policía también confiscó documentos falsificados, armas y vehículos con patentes falsas.
“Este es uno de los días más importantes en la lucha contra ETA... Y es una noticia magnífica”, dijo Angel Acebes, el ministro del Interior español. Pero, consciente de que tales declaraciones han sido hechas varias veces en el pasado, el viceprimer ministro Javier Arenas advirtió sobre el “triunfalismo” y dijo que el gobierno “no bajará la guardia” en su lucha contra el terrorismo. El operativo policial llega en un momento en que la actividad de la ETA parece dormida, mientras el gobierno regional vasco persigue un plan para lograr la independencia pacíficamente. El plan de soberanía, encabezado por el presidente regional, Juan José Ibarretxe, tiene la bendición del líder político pro-ETA Arnaldo Otegi. Pero, en Madrid, la iniciativa es resistida ferozmente por el gobierno conservador de José María Aznar, que condena al plan como una amenaza inconstitucional a la unidad de España que está en manos de los terroristas.
De todos modos, el operativo policial de ayer llegó un día después de que la ETA amenazara con nuevos atentados contra las fuerzas de seguridad, incluida la policía vasca. Las autoridades dijeron que la redada nocturna fue dirigida conjuntamente por las policías francesa y la española. Los efectivos esperaron hasta que los cuatro hombres se encontraran en una casa en medio del campo y los detuvieron a todos al mismo tiempo. A pesar de que estaban armados, los sospechosos no se resistieron. Entre los detenidos figura Juan Luis Rubenach, de 41 años, considerado un veterano de ETA, el jefe de logística de la organización y el responsable de entrenar a los nuevos reclutas. También está Inigo Vallejo, de 27, sospechoso de haber orquestado los ataques en el Mediterráneo en el 2002, donde varios veraneantes resultaron heridos.
Esta campaña de alto perfil coincidió con la reunión de los líderes europeos en la cumbre de la Unión Europea en Sevilla y arrojó dudas sobre la eficacia de las campañas contra el terrorismo, con las que los funcionarios españoles han fanfarroneado bastante. Sobre Vallejo, que ha estado prófugo desde entonces, pesa una sentencia de 17 años de cárcel por actos de violencia callejera.
La ofensiva policial siguió a la captura del supuesto líder de ETA, Fernández de Iradi, conocido como “Susper”, cerca de la frontera con España, el jueves pasado. Justamente un año después de que escapara de su custodia policial en Bayona escabulléndose por los conductos de ventilación de su celda. Según el ministro del Interior Angel Acebes, Susper es “el jefe de los pistoleros, los asesinos, los comandos que cometen atentados y ponen bombas en los autos”. También dijo que el supuesto líder de la organización había retomado sus actividades a los pocos días de su fuga. Palacios Alday se convirtió en el jefe militar de ETA en septiembre y compartió responsabilidades con Susper, explicó Acebes. La policía acusa a Palacios Alday de participar en los asesinatos del concejal del Partido Popular en Málaga, José María Cárpena, en julio del 2000, y el teniente coronel Jesús Blanco en enero del 2000. Este ataque rompió la tregua de 14 meses de ETA.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Milagros Belgrano.