El viceministro griego, Ioannus Mouzalas, confirmó ayer la necesidad de obtener ayuda urgente de Bruselas para enfrentar la crisis de refugiados en la que está sumido el país mediterráneo tras la clausura casi completa de la ruta de los Bal- canes. Hay necesidad de personal, suministros y dinero, señaló Mouzalas en la televisión local. Después del cierre de la frontera por parte de los países de los Balcanes, más de 25.000 personas quedaron varadas en Grecia. Según Mouzalas, si las fronteras permanecen bloqueadas hasta fin de marzo habrá 70.000 refugiados varados en su país.

Los medios griegos señalaron que si los países de los Balcanes mantienen su decisión de no dejar pasar a más de 580 personas por día, de aquí a junio el número de refugiados que no pueden salir de Grecia aumentará hasta llegar a los 200.000. Según cifras de la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas (Acnur), cada día llegan a las islas griegas unos 3000 refugiados que cruzan el mar desde las costas de Turquía. Cerca de 1200 refugiados más llegaron en la noche del sábado al puerto griego del Pireo, mientras que muchos de los que aguardan en las islas tendrán que dormir allí en ferries ante la saturación de los centros de registro de la península.

Tras la llegada del ferry con 1200 refugiados al Pireo, subió a 3000 la cifra de personas que se vieron obligadas a dormir en el puerto ante la falta de plazas en los centros de acogida de todo el país, informó la emisora de radio Athina 984. Los tres ferries que desde hace meses transportan a los refugiados a la península se encuentran camino a las islas de Lesbos, Quíos y Samos. Una vez allí, permanecerán en los puertos y albergarán a los refugiados hasta que mejore la situación en la península, informó ayer el ministro de Navegación Comercial, Thodoris Dritsas. Según el político, 6000 refugiados aguardan en las islas a poder continuar su viaje hacia Europa central.

Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia acordaron permitir sólo el paso de 580 personas al día. El gobierno griego presentó días atrás a la Comisión Europea un proyecto para llevar adelante un programa de ayuda. Atenas solicitó de Bruselas unos 228 millones de euros que se usarían para construir más centros de acogida y proporcionar ayuda. También se piensa en un sistema de cupones con el que particulares y hoteles podrían ofrecer alojamiento a los refugiados.