En medio de formidables medidas de seguridad y bajo un cielo casi ennegrecido de helicópteros policiales, comenzó ayer en Barcelona la Cumbre de la Unión Europea que cerrará hoy. Mientras manifestantes combatían con la policía por toda la capital catalana, los mandatarios europeos se ponían de acuerdo en un plan para lograr el pleno empleo en la Unión para 2010, criticaban a Israel, disentían duramente sobre el mercado energético y permitían por primera vez la presencia de los países aspirantes a ser parte de la Europa unida en una Cumbre.
Mientras el ambiente entre los quince miembros de la UE se tensaba por la divergencia entre Gran Bretaña y sus socios ante la posible guerra antiterrorista contra Irak, el bloque preparaba un documento condenando “el uso excesivo de la violencia contra los palestinos” por parte del primer ministro israelí Ariel Sharon. Los europeos también demandan que Israel proteja a los refugiados en los términos de la Convención de ginebra, comentario directo sobre la violenta entrada de militares israelíes a los campos de refugiados palestinos.
El borrador en el que se trabajaba anoche se mencionaba por primera vez una conexión directa entre la represión israelí y los atentados palestinos. “El uso excesivo de la fuerza y una política que pretende golpear a los palestinos cada vez con más fuerza, conduce a reacciones violentas, no garantiza la seguridad de Israel y no puede ser justificado,” dice el documento, que señala como “particularmente inaceptables” las acciones contra personal e instalaciones médicas y humanitarias.
Estos temas internacionales figuraron en la “charla frente a la chimenea” que se celebra tradicionalmente después de cenar. Los mandatarios decidieron apoyar la resolución de la ONU que llama a la creación de un estado palestino y la iniciativa de paz saudita. También acordaron mantener las sanciones contra el régimen de Robert Mugawe en Zimbabwe.
Mientras los jefes hablaban, en las calles barcelonesas se gritaba. Más de 10.000 personas participaron en 20 actos por toda la ciudad, que resultaron en más de 30 detenidos en tres incidentes y enfrentamientos. Por un lado, separatistas vascos se enfrentaron a la policía al volcar y quemar un auto, exigiendo que los detenidos de la ETA purgaran sus penas en cárceles de País Vasco. Más tarde, en el barrio de Gracia, 200 independentistas catalanes y grupos de la izquierda dura chocaron con policías. Durante todo el día, grupos recorrieron las avenidas principales del Ensanche quemando varios de los ubicuos containers de basura de la Municipalidad.
Un grupo de 300 activistas realizó minimanifestaciones frente a los consulados latinoamericanos exigiendo el fin del “caciquismo y la explotación” en el continente. Argentina tuvo su lugarcito en la movilización, porque se pidieron firmas para exigir la suspensión del cobro de la “injusta e impagable deuda” de nuestro país.
Por dos horas, los mandatarios de los trece países del Este que están candidateados para entrar a la Unión trabajaron en temas ambientales con los miembros del plenario. Es la primera vez que miembros efectivos y potenciales se reúnen en algo más que un acto simbólico. En salas separadas, sus ministros de Economía y los de Exteriores hablaban sobre las dificultades concretas de los candidatos para lograr cumplir las leyes y estándares europeos en lo económico y social, y en alcanzar los objetivos planteados en la reunión de Lisboa para tornar a la Unión una economía más competitiva.
Ayer quedó casi cerrado el ambicioso plan para que el desempleo desaparezca en la Europa unida en ocho años y para que en el 2002 suba dramáticamente la creación de trabajo. Las líneas generales del plan incluyen ajustar los costos del trabajo de acuerdo al grado decompetitividad de cada economía, mejorar la formación de los trabajadores, fomentar el trabajo femenino, aumentar la red de guarderías y demorar las jubilaciones anticipadas.