La existencia de un hijo que el presidente boliviano Evo Morales habría concebido con Gabriela Zapata, una joven ejecutiva actualmente detenida por enriquecimiento ilícito, se convirtió en un problema de Estado. Aunque en los últimos días Morales aseguró que el hijo producto de esa relación había muerto, la tía de Zapata dijo el sábado que el menor vivía. “Pido a la familia de Gabriela Zapata que me lo traigan, estoy esperando, quiero recogerlo, si me permiten. Tengo derecho a verlo, a conocerlo y a cuidarlo”, señaló el presidente, quien se mostró engañado.

El caso comenzó a principios de febrero, cuando el periodista boliviano Carlos Valverde reveló que el gobernante mantuvo una relación hace unos 10 años con Zapata, con la que tuvo un hijo. Dijo además que Zapata era gerente comercial de la empresa china CAMC, a la que el gobierno del propio Morales le adjudicó contratos por unos 560 millones de dólares.

El mandatario reconoció la relación, aunque aseguró que acabó luego de la muerte del menor. Pero fotos en Internet mostraron un encuentro en un carnaval de ambos en 2015, mientras Morales aseguró que no reconoció a la mujer. El incidente se produjo semanas antes de un crucial referéndum, el 21 de febrero, en el que el mandatario buscaba apoyo para presentarse a un cuarto mandato consecutivo. Morales perdió y atribuyó la derrota a la guerra sucia que en parte se desató con este tema en las redes sociales.

El viernes pasado el gobierno arrestó a Zapata, tras acusaciones del Ministerio de Transparencia de enriquecimiento ilícito y legitimación de ganancias ilícitas. Luego de la detención habló la tía de Gabriela y reveló que el hijo de su sobrina con el presidente estaba vivo. “Conozco que ese niño no ha muerto, ha nacido, lo he tenido en mis brazos”, dijo Pilar Guzmán. “Estamos en un momento muy delicado en que la gente ya no está juzgando al gobernante, sino al ser humano, quien pareciera capaz de hacer cualquier cosa para quedarse en el poder”, sostuvo el sociólogo y analista Iván Arias.

“Creo que esto es mucho más que un culebrón, porque esto está tocando al ser humano” agregó en referencia al mandatario. Morales, soltero, tiene dos hijos, una mujer y un hombre. La mayor es Evaliz, de 23 años, a quienes sus simpatizantes consideran su sucesora. Respecto del tercer hijo, el presidente insistía en la versión que le dio la madre: el menor murió poco después de nacer, cuando la pareja empezaba a separarse, en 2007. “Evidentemente hubo una divergencia sobre el fallecimiento del bebé. Yo creí en las palabras y en la información de la madre de mi hijo”, afirmó Morales, y aseguró que, si el menor no aparece, las autoridades judiciales deben investigar.

La defensa pidió la libertad de Zapata, con el argumento de que debe estar con sus dos hijos, y presentaron certificados de nacimiento. “Asumo que hay un ser vivo. Lo único que podría desvirtuar esos hechos es que presenten la tumba y que demuestren que ha fallecido”, explicó su abogada Angela Burgoa.