El histórico líder independentista vasco Arnaldo Otegi abogó ayer por el diálogo al salir de la cárcel donde había sido confinado por intentar reconstruir la dirección de Batasuna, considerado el brazo político de ETA, ilegalizada en 2003. “Hace seis años y medio nos encarcelaron por hacer una apuesta por la paz”, dijo Otegi, de 57 años, al dejar la prisión de Logroño, en La Rioja, y señaló que hay que llevar esa apuesta hasta el final y eso es lo que se propone hacer. Recibido por unas 200 personas, Otegi afirmó: “Hay quien dice que no existen presos políticos en el Estado español, pero sólo hay que comprobar todas esas cámaras para ver que efectivamente sí existen presos políticos”. Y sobre la posibilidad de salvar esos escollos, señaló en un acto de homenaje en su pueblo natal de Elgoibar, pocas horas después de salir de la cárcel: “Todavía queda mucho camino por recorrer y no va a ser fácil”.

Una asociación de víctimas de ETA había solicitado que se suspendiera el acto, pero la justicia española lo autorizó, aunque bajo vigilancia de las autoridades. “Hay gente que cree que las autocríticas o que pensar que uno ha dicho o hecho mal una cosa es signo de debilidad, yo pienso lo contrario, creo que es signo de fortaleza y madurez política”, insistió Otegi.

“Es un hombre noble que ha luchado por sus ideas. Esta última vez no debería haber ido a la cárcel porque luchó por la paz. Tiene que ser lehendakari (presidente regional vasco)”, dijo una mujer de 55 años, que no quiso dar su nombre, en un acto en el que Otegi fue recibido con música y el aurresku, el tradicional baile de bienvenida. “Ahora toca ganar, generar las condiciones que hagan posible la convivencia, la paz, pero también la libertad y la igualdad”, dijo el líder independentista. Otegi fue encarcelado por “pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente”, pero paradójicamente salió de prisión con un aura de “artífice de la paz” en su región, donde ETA anunció oficialmente el cese de su actividad armada en octubre de 2011.

Otegi ya estaba en la cárcel por entonces: fue condenado un mes antes por tratar de dedicarse al rearmado de la dirección de Batasuna. Esa formación, tras un rechazo expreso de la violencia, se reconvirtió en Sortu, de la que Otegi es secretario general, con aspiraciones a presentarse en las elecciones regionales de otoño. En un comunicado a The New York Times, Otegi mostró su intención de participar en el proceso interno para elegir candidato a las elecciones en la coalición EH Bildu, de la que forma parte Sortu. A pesar de su intención, está inhabilitado por la Justicia para ocupar un cargo político hasta 2022, aunque podría recurrir esa sentencia.

Su salida de prisión fue saludada por dirigentes como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien en un tuit afirmó: “La libertad de Otegi es una buena noticia para los demócratas. Nadie debería ir a la cárcel por sus ideas”. Sin embargo, para Nuevas Generaciones, sección juvenil del gobernante Partido Popular, Otegi cumplió una pena de prisión por “colaborar con una banda terrorista, asesina y criminal”.