EL MUNDO › ENTREVISTA A INDIRA HUILCA, ELECTA CONGRESISTA POR EL IZQUIERDISTA FRENTE AMPLIO DE PERú
Huilca es el rostro de la nueva izquierda de Perú. Cuando tenía cuatro años el régimen fujimorista asesinó a su padre, un conocido sindicalista. A la parlamentaria le preocupa un eventual triunfo de la hija de Fujimori.
Página/12 En Perú
Por Carlos Noriega
Desde Lima
Su padre, un reconocido sindicalista, fue asesinado por el gobierno de Alberto Fujimori cuando ella tenía cuatro años. Ahora Indira Huilca tiene 27 años y ha sido electa congresista por el izquierdista Frente Amplio. Cuando asuma como parlamentaria, Indira lo hará en un Congreso dominado por el fujimorismo, con un hijo del ex dictador Alberto Fujimori, responsable del asesinato de su padre, sentado cerca de ella como congresista. Y, probablemente, con Keiko, la hija y heredera política de Fujimori, como presidenta del país.
¿Qué sensaciones le genera esa situación?
“En lo personal pueden haber muchas sensaciones”, responde, pero dice que el tema no pasa por lo personal. “Lo que yo siento, como ciudadana, es una gran preocupación por lo que pueda ocurrir. Más allá de las personas, el que haya quienes reivindiquen lo que ha sido el fujimorismo a mí me parece espeluznante. No se trata de que alguien sea juzgado por ser hijo de determinada persona, sino por lo que políticamente es capaz de asumir. Me parece desconcertante e inexplicable que todavía haya quienes reivindiquen el fujimorismo”.
En 1992, el año del golpe de Alberto Fujimori, Pedro Huilca, el padre de Indira, era el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la principal central sindical del país. El autoritario régimen fujimorista imponía una férrea política neoliberal que llevó a una drástica reducción del poder adquisitivo de los trabajadores y a la eliminación de derechos laborales. Huilca, un respetado líder sindical, encabezaba la protesta desde los gremios laborales. Una mañana de diciembre de ese año fue acribillado en la puerta de su casa cuando acababa de subir a su automóvil. Estaba con dos de sus cinco hijos cuando fue asesinado. El gobierno intentó culpar del crimen al grupo armado maoísta Sendero Luminoso, pero todas las evidencias conducían al escuadrón de la muerte Colina, formado por el régimen fujimorista con miembros en actividad del ejército y que respondía a las órdenes del gobierno. Años después, testimonios de algunos de sus miembros han confirmado esa autoría.
“Desde un inicio nosotros sabíamos muy bien que el asesinato de mi padre lo había cometido el grupo Colina, que el culpable había sido el gobierno. Quienes asumieron la lucha por la justicia luego del asesinato de mi padre fueron mi mamá y mi hermana mayor, que entonces tenía 18 años y que, junto con mi hermano, estuvo presente cuando asesinaron a mi padre. Yo he crecido en el marco de esa lucha para que se haga justicia”, recuerda Indira.
Fujimori y los miembros de Colina han sido sentenciados por otros asesinatos, pero el del sindicalista Huilca sigue en la impunidad. Indira enfatiza que esa impunidad es la de muchos casos de violaciones a los derechos humanos.
La joven congresista electa, graduada en sociología y que empezó su actividad política en la universidad, habla de la admiración que siente por su padre, pero remarca las diferencias entre la actual izquierda a la que ella pertenece con la llamada “izquierda tradicional” de la que formó parte su padre.
“Admiro mucho a mi papá dice Indira es uno de los referentes más claros para mí, y creo que para mucha gente de la izquierda en la actualidad, porque el suyo fue un liderazgo fuerte, claro, abierto al diálogo, pero el camino que hemos seguido quienes estamos en el Frente Amplio es distinto. Hemos sabido leer la historia de lucha de la izquierda y reconocerla, pero hemos entendido que hacía falta una ruptura con esa izquierda tradicional. En la izquierda ha habido un cambio generacional, pero también una renovación de prácticas y de ideas”.
Ella es uno de los rostros más notorios de ese cambio generacional de la izquierda. Explica en qué consiste esa ruptura con la izquierda tradicional. “La izquierda anterior se centró mucho en debates autorreferenciales, que le impidió tener un diálogo mucho más abierto con la sociedad. Nosotros buscamos forjar espacios democráticos en los que la gente se pueda sentir convocada. Ha nacido una nueva izquierda, recogiendo lo mejor de la izquierda histórica de nuestro país, pero también haciendo mucho eco de luchas recientes e incorporando demandas que tradicionalmente no han sido parte de la izquierda, como la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI, por el medio ambiente, la defensa de los derechos indígenas y sus territorios. En esta nueva izquierda le hemos dado un peso principal a los procesos de democracia interna”.
Indira Huilca revela que entre sus preocupaciones principales como congresista estará la defensa de los derechos laborales. “Sí y no”, responde, cuando se le pregunta si levantar este tema tiene que ver con una continuación de la lucha de su padre sindicalista. “Por un lado precisa evidentemente este tema de los derechos laborales es cercano para mí, pero por otro lado nos parece que este es un tema sobre el que hay que reencontrarnos, cambiar su enfoque tradicional. El debate de los derechos laborales debe salir de la discusión en los gremios sindicales para darse en el conjunto de la sociedad”.
Del fujimorismo dice que “su principal móvil es liberar a Fujimori y limpiarlo de todos los crímenes que cometió”. Señala que la posible liberación del ex dictador “sería un golpe muy duro para toda la gente que durante años ha luchado, ha dado su vida, para buscar justicia y tener respuesta frente a las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en la dictadura fujimorista, muchos de los cuales hasta ahora no tienen una respuesta”. “Ver a Fujimori libre –añade–me generaría una sensación de rechazo, de sentir que estamos en grave peligro de volver al pasado”.
Indira Huilca afirma con convicción que un triunfo electoral de Keiko Fujimori y un nuevo gobierno fujimorista “es el mayor peligro para la democracia y el país”, y remarca que en el Frente Amplio están en campaña para evitar el regreso del fujimorismo al poder “recordando lo que significó y lo que significa ahora”, pero aclara que eso no implica un respaldo al rival de Keiko en el ballottage, el economista Pedro Pablo Kuczysnki, de quien critica sus propuestas económicas neoliberales y por tener “una cercanía con el fujimorismo”. “Esa posibilidad reflexiona, al referirse a la posible elección de Keiko Fujimori como presidenta no nos puede amilanar, por el contrario, nos debe convocar a seguir luchando mucho más”.
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