EL MUNDO
Bolivia no es un juego de Mesa
El período de gracia para Carlos Mesa, el presidente que tomó el poder en Bolivia tras el derrocamiento de Gonzalo Sánchez de Lozada, se está acabando. Los sindicatos le demandaron ayer el cambio del modelo neoliberal por “otro más humano y nacional”, mientras que el poderoso empresariado local le exigió crecimiento y empleo. A dos días de que Mesa anuncie las líneas de su política para enfrentar la crisis social, política y económica, la Central Obrera Boliviana (COB) y la Confederación de Empresarios Privados (CEPB) comenzaron a presionar. El secretario general de la COB, Jaime Solares, exigió “cambiar el sistema por otro mejor, más humano (y) cercano a los intereses nacionales y de los trabajadores”. En cambio, el presidente de la CEPB, Carlos Calvo, pidió “la reconducción del modelo hacia la creación de empleos y (orientada) al crecimiento de la economía”. Tras cinco años de una severa crisis económica, signada por el desempleo y la falta de liquidez, “el país espera conocer ahora en qué van consistir los lineamientos de la política económica, pues no podemos quedarnos en la mera estabilidad”, afirmó Calvo. Y por último, el líder campesino Evo Morales se sumó a las críticas de los sindicatos.