EL MUNDO
› VOLVIERON A CANCELAR UN VUELO DE BRITISH AIRWAYS A EE.UU.POR TEMOR A UN ATENTADO
Pasajeros de una pesadilla de número 223
El vuelo 223 de British Airways, que debía partir ayer de Heathrow en Londres rumbo a Washington, fue cancelado por segundo día consecutivo por una amenaza terrorista específica. Air France y Aeroméxico son otras aerolíneas afectadas por el “Código Naranja” en EE.UU.
Por David Usborne
y Kim Sengupta *
Desde Nueva York y Londres
Una semana de alertas de terrorismo que causó inconvenientes a escala no vista desde el 11 de septiembre de 2001, culminó ayer en escenas dramáticas en el aeropuerto de Heathrow, cuando a un avión de British Airways con destino a Washington se le prohibió despegar por segundo día consecutivo a causa de una específica amenaza en ese vuelo. La medida demostró que no hubo cambio alguno en la nueva y drástica postura tomada por Estados Unidos hacia los vuelos que entran en su espacio aéreo. Tampoco hubo señales de que las autoridades estadounidenses estén dispuestas a relajar el alto Código Naranja de alerta antiterrorista introducido hace diez días, originalmente destinado a proteger a Estados Unidos durante el período de vacaciones. Nunca, desde septiembre de 2001, cuando Al-Qaida estrelló aviones contra las Torres Gemelas y el Pentágono, las medidas antiterroristas de Estados Unidos han sido tan severas.
Aunque ninguno de los ataques temidos en Navidad sobre Estados Unidos se materializó, el efecto se está sintiendo en las naciones alrededor del mundo. Pero quizá la manifestación más dramática de la alerta fue en Heathrow, donde el Vuelo 223 de British Airways, que sale diariamente a las 3.05 rumbo al aeropuerto Dulles de Washington, fue detenido nuevamente en el aeropuerto. La última vez que al Boeing 747 se le permitió volar, en la víspera de Año Nuevo, requirió una escolta de dos cazas F-16 de EE.UU. Luego fue escoltado a un rincón de la pista, lejos de la terminal, y durante las siguientes tres horas y media, antes de poder desembarcar, los pasajeros fueron entrevistados por funcionarios de seguridad estadounidenses. Aunque otros dos vuelos de British Airways de Londres a Washington salieron en horario ayer, el vuelo 223 permaneció en tierra porque era el objeto de información específica, según fuentes de seguridad. Funcionarios de EE.UU. insisten que la última medida fue tomada por Inteligencia creíble.
Ayer, los pasajeros estaban siendo chequeados para el vuelo minutos antes que BA anunciara la cancelación. La aerolínea dijo que se envió a destino a todos los que se pudo en otro vuelo de las 6.35, y algunos otros estarían viajando en por lo menos dos de los vuelos de hoy. Un vocero de BA dijo que “era muy pronto para decir” si la alarma provocará que los pasajeros cancelen sus planes de viaje. BA dijo anoche que todavía no había decidido si el vuelo 223 de hoy también sería cancelado.
Mientras tanto, el temor que impulsa la campaña estadounidense es muy específico. Su Inteligencia, parte de ella compartida con Gran Bretaña, los ha llevado a creer que Al-Qaida está planeando un ataque más devastador que los del 11/9. Con ese trasfondo, los gobiernos y las aerolíneas no tienen otra alternativa que cooperar.
Durante el último mes, las agencias de Inteligencia en Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa y el mundo árabe han recibido repetidos informes de un ataque alrededor de este momento. Los teléfonos interceptados por GCHQ (Central General de Comunicaciones) en Gran Bretaña y la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) en EE.UU. han revelado que un avión sería utilizado en el ataque, con los aeropuertos de Los Angeles y Washington como blancos especiales. Además hubo avisos de otros ataques sobre blancos británicos, que condujeron al cierre de la embajada en Lima, Perú, y una fuerte advertencia a los ciudadanos británicos de que no viajen a Arabia Saudita.
Puede tomar tiempo que las aerolíneas del mundo y los viajeros se adapten a lo que puede ser una nueva realidad del modo de volar en el futuro. El martes, Estados Unidos exigió especialmente a todas las aerolíneas que estén listas para poner agentes armados en los aviones cuando hubiera motivo de preocupación sobre ciertos vuelos. Esto sucedió justo horas después de que Gran Bretaña anunciara sus propios planes de poner agentes en los vuelos a EE. UU.
Dentro de Estados Unidos, no hubo sensación de pánico. Pero las nuevas medidas de seguridad no han pasado inadvertidas. Francotiradores vigilaron a los que esperaban el Año Nuevo en Times Square. Los cazas han estado patrullando los cielos de las ciudades más importantes y la pista de aterrizaje de Las Vegas. Esta semana, la Guardia Costera detuvo temporariamente la transferencia de petróleo a buques cisternas desde el puerto Valdez de Alaska, por miedo a que la terminal fuera un blanco.
Mientras tanto, las autoridades continúan estudiando el vuelo diario 223 de BA. “La Inteligencia es muy, muy precisa, y es por eso que este único vuelo fue cancelado”, dijo el analista de defensa Paul Beaver. “Me han dicho que tenemos información, que había un plan para tomar el avión y destruirlo sobre Washington o incrustarlo contra algo. Washington es el blanco definitivo.”
Doris Tanksley, de 62 años, de Mississippi, estaba al borde de las lágrimas después de que le dijeron en Heathrow que el vuelo había sido cancelado. Cuando le explicaron los motivos, dijo que “estaba contenta de que lo hubieran parado ahora”. Añadió: “Me siento cómoda volando porque creo que todo ha sido controlado”.
BA y las otras aerolíneas se enfrentan a un dilema. Aunque es importante que respondan a la más leve de las amenazas, corren el riesgo de instalar una sensación de temor entre los pasajeros que los puede inhibir de volar en el futuro. Aunque ayer la city de Londres parecía en su mayor parte despreocupada por el impacto de alerta en las aerolíneas –las acciones de BA cayeron sólo 3 peniques, a 229 1/2 peniques–, la industria de las aerolíneas no se puede dar el lujo que soportar una depresión como la que sufrió después del 11 de septiembre.
La interrupción de los vuelos comenzó en serio en la víspera de Navidad, cuando, actuando por información de Estados Unidos, el gobierno francés le ordenó a Air France que suspendiera los vuelos a Los Angeles. En total, seis jets de Air France estuvieron paralizados durante más de dos días. Desde entonces, las cancelaciones, demoras y desvíos se han multiplicado. El miércoles y el jueves, los vuelos de Aeroméxico de la Ciudad de México a Los Angeles fueron también cancelados, provocando una protesta del gobierno mexicano. La causa principal era, según se informó, la imposibilidad de imponer un chequeo adecuado en México, adonde ayer se trasladaron funcionarios de la Autoridad de Transporte Aéreo norteamericana. El jueves, otro vuelo de Air France con destino a Nueva York fue obligado a hacer un aterrizaje no planeado en el este de Canadá para poder examinar su equipaje.
Estados Unidos elogió a Francia por cooperar con los vuelos de Air France. Anoche, el Wall Street Journal informó que posteriores investigaciones en los motivos de las cancelaciones de la víspera de Navidad demostraron que los funcionarios estadounidenses identificaron erróneamente a pasajeros como posibles sospechosos terroristas. Funcionarios franceses dijeron que cuando sus agentes detuvieron a los pasajeros cuyos nombres eran iguales a los de la lista, encontraron que el nombre que correspondía a un líder de un grupo terrorista con base en Túnez era un niño, informó el diario. Otro “terrorista” resultó ser un agente de seguros galés, mientras que el tercero era una señora mayor china. No obstante, Francia demostró que también está preocupada, al informar que tiene 15 aviones Mirage patrullando sus cielos en forma permanente en previsión de una crisis.
Mientras, un pasajero que llevaba dos cuchillos y que hablaba del fin del mundo en un vuelo con destino a Luton, Gran Bretaña, fue arrestado por la policía española, dijeron funcionarios ayer. El hombre chileno fue detenido después de que comenzara a actuar sospechosamente mientras el avión de Easyjet carreteaba en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, el jueves a la noche. La policía descubrió después dos cortaplumas en posesión del hombre que no se habían visto en la máquina detectora demetales para los pasajeros que abordan un avión, aparentemente porque los cuchillos estaban en fundas de plástico.
La Guardia Civil Española se llevó al hombre para interrogarlo. Un vocero de Easyjet dijo: “Un pasajero fue detenido por la policía por actuar sospechosamente y luego fue arrestado”. El avión, que transportaba a 139 pasajeros, despegó a las 10.40, unos 75 minutos más tarde.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.