El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (foto), recriminó ayer a los líderes del grupo de los siete países más ricos (G-7) que, a excepción de Alemania, no hayan participado de la primera Cumbre Humanitaria, un encuentro que intenta movilizar el 1 por ciento del gasto militar anual para ayudar a las víctimas de los conflictos. El anfitrión del evento organizado por la ONU, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan amenazó con bloquear el acuerdo migratorio alcanzado con la Unión Europea (UE) si no hay avances en las negociaciones para conceder el libre visado a sus ciudadanos para viajar por territorio europeo.

“Es decepcionante que algunos líderes del mundo no hayan podido estar aquí, salvo la canciller alemana, Angela Merkel. Pero espero que se comprometan más en la fase de implementación de las ideas aprobadas en la cumbre”, dijo Ban Ki-moon, máxima autoridad del organismo. La cumbre humanitaria mundial, inaugurada el lunes en Estambul, contó con la presencia de delegaciones de 172 países, entre ellos 55 jefes de Estado o de gobierno, la gran mayoría de Estados africanos y asiáticos. “También el desarrollo sostenible y el cambio climático necesitan amplias inversiones. Espero que los líderes del G-7 -que se encuentran este jueves en Japón- lo entiendan. No han podido participar, e intento entender su situación difícil, pero espero que se comprometan más en la implementación”, reiteró Ban.

Entre las propuestas, ayer se lanzó un “Compromiso a la acción” para ayudar a las personas afectadas por guerras o catástrofes naturales, una iniciativa encabezada por la ONU y otros organismos internacionales y que cuenta con el apoyo del Banco Mundial (BM) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Las organizaciones involucradas acordaron poner en práctica una nueva forma de trabajar durante una crisis que apuntará, no sólo a atender las necesidades humanitarias sino también a reducirlas a lo largo del tiempo, según informó la ONU.

Erdogan dijo que unas 9.000 personas participaron en la cumbre, dedicada a buscar soluciones más eficaces para ofrecer asistencia de emergencia, proteger mejor a los trabajadores humanitarios y combinar la ayuda en momentos de crisis. Sin embargo, al final del encuentro dejó en claro que si no se avanza en las conversaciones sobre el libre visado, el Parlamento turco no ratificará el acuerdo para la devolución de refugiados desde Grecia a Turquía. “Si las conversaciones fructifican, bien. Si no, habrá que dar un paso en el Parlamento turco y la legislación relacionada con la implementación del acuerdo de readmisión no será ratificada”, dijo el presidente. El lunes Erdogan mantuvo una conversación al respecto con la canciller alemana, Angela Merkel. Tras ella, la canciller germana advirtió que la exención de visado no se podrá poner en marcha para el 1 de julio. El motivo es el rechazo de Erdogan a reformar la ley antiterrorista turca, uno de los requisitos impuestos por la Comisión Europea para levantar la exigencia de visado a los turcos en la zona Schengen.