Miles de refugiados continúan instalados en pequeños campamentos creados espontáneamente en el norte de Grecia tras el desalojo la semana pasada por las autoridades del improvisado en Idomeni, en la frontera con Macedonia. Los refugiados acamparon cerca de estaciones de servicio, hoteles y también de la localidad de Polikastro, informó la televisión Skai. Según la policía griega, más de 4000 migrantes se encuentran en la región.

“En el fondo la situación ha empeorado, el campamento de Idomeni al menos acabó estando bien organizado con el paso del tiempo, entre otras cosas gracias a las organizaciones de ayuda internacionales”, dijo un periodista de la emisora. Ahora hay dificultades para suministrar ayuda a la gente, que está más dispersa y no sólo en los campamentos “salvajes” sino en los nuevos refugios puestos a disposición por el gobierno griego, edificios industriales sin climatización donde las temperaturas alcanzan los 40 grados centígrados durante el día.

El viernes, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) pidió a las autoridades griegas que busquen nuevos caminos para solucionar la situación de los refugiados de Idomeni, que fueron reubicados en diferentes lugares de Grecia en condiciones por debajo de lo mínimo e indispensable. “Los lugares no son adecuados, la distribución de agua, comida, duchas y electricidad es insuficiente. Pedimos que el gobierno de Grecia, con la asistencia de la Unión Europea, busque alternativas mejores lo antes posible”, reclamó Melissa Fleming, portavoz del Acnur.

Los países de la Unión Europea se comprometieron a reubicar hasta 160.000 refugiados que se encontraban en Grecia e Italia pero, según la agencia para los refugiados de la ONU, sólo 1581 se han llevado a cabo, lo que representa alrededor del 1 por ciento. El sábado, 60 migrantes, supuestamente refugiados del campamento griego improvisado de Idomeni desalojado, fueron detenidos en Bulgaria por haber entrado en el país desde Grecia en forma ilegal.

Los migrantes ingresaron en la región de Petrich, en el suroeste de Bulgaria, precisó una portavoz ministerial. Las autoridades búlgaras negocian con las griegas la devolución de estas personas a territorio heleno. Bulgaria reforzó con unidades del Ejército el control de las fronteras con Grecia después del desalojo de Idomeni.