El gabinete israelí aprobó ayer la inclusión del partido ultraderechista Israel Beitenu en la coalición gubernamental y la designación de su máximo dirigente, Avigdor Lieberman, como titular de Defensa. Tal elección forma parte de un acuerdo entre Israel Beitenu y el Likud para ampliar la coalición oficialista, que implica un giro a la extrema derecha del gobierno. En un comunicado emitido por la Oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, se indica que “el gobierno aprobó por unanimidad el nombramiento de Avigdor Lieberman como titular de Defensa”, informó el diario israelí Haaretz.

Lieberman juró en el cargo en la tarde de ayer en el Parlamento. El comunicado oficial informó además sobre la designación de Sofa Landver, miembro de Israel Beitenu, como titular de Inmigración y Absorción, y de Tzahi Hanegbi, del conservador Likud de Netanyahu, como ministro sin cartera de la Oficina del primer ministro. Con esta designación, cuestionada tanto en Israel como en el exterior por las posiciones extremas de Lieberman en temas como las negociaciones de paz y sus siempre incendiarias declaraciones sobre seguridad, la coalición gubernamental elevó sus escaños a 66, cinco más con los que contaba Netanyahu tras las elecciones celebradas hace un año.

En las últimas dos semanas, dos ministros, entre ellos el anterior titular de Defensa y militante del Likud, Moshé Yaalón, dimitieron del Ejecutivo por desavenencias con Netanyahu y con su decisión de incorporar la formación del líder de Israel Beitenu. Lieberman, de 57 años, ocupó muchos cargos políticos incluyendo la cancillería, pero a diferencia de su predecesor, Moshé Yaalón, no cuenta con mucha experiencia militar, salvo un breve paso por el servicio, de donde se retiró con el grado de cabo hace varias décadas.

Inmigrante de la ex Moldavia soviética, ingresó a la política como asesor de Netanyahu en la década del 90, mucho antes de fundar Israel Beitenu, un partido de corte laico, ultranacionalista, con una amplia base de apoyo en la gran comunidad de migrantes de la ex Unión Soviética. En todos esos años, Lieberman fue muchas veces rival de Netanyahu y otras tantas su más cercano aliado. “No es ningún secreto que teníamos nuestras diferencias, pero eso es parte de la vida política”, se justificó el primer ministro ante las críticas en los medios de comunicación que le recordaron que Lieberman había dicho que no se podía confiar en él como jefe de gobierno. “He dicho cosas que no debí decir nunca”, admitió ayer luego de ser nombrado ministro de Defensa, el segundo cargo más importante en Israel y el primero en presupuesto, con alrededor de 15.000 millones de dólares anuales.