EL MUNDO
› MAS DEL ALERTA Y LA POSTERGACION DE VUELOS
El viajar no es un placer
El vuelo 223 de British Airways que en la última semana recibió repetidas alertas terroristas ayer volvió a ser cancelado por orden de las autoridades norteamericanas. El Boeing 747 que llevaba 225 pasajeros estuvo parado en el asfalto de las pistas de aterrizaje del aeropuerto de Heathrow durante casi tres horas y media antes de recibir el okey para volar hacia Washington. Una vocera de British Airways (BA) dijo que, poco antes de que el vuelo 223 despegara, Estados Unidos pidió información “extra” sobre este avión por “razones de seguridad”. Ayer, algunos legisladores estadounidenses justificaron las recientes cancelaciones de varios vuelos de BA y Air France afirmando que éstas se basaron en informes de inteligencia “precisos” sobre riesgo de atentados.
“No hay ninguna duda de que las amenazas son reales”, dijo ayer Christopher Cox, presidente de la comisión de seguridad interior de la Cámara de Representantes estadounidense, a la cadena CNN. Según él, Al-Qaida seguirá utilizando aviones como armas y continúa preparando atentados. Y aseguró que “compartir esta información con franceses y británicos es lo correcto”. Por su parte, la representante Jane Harman, que también integra esa comisión, dijo que “hicimos un buen trabajo al identificar los aviones que a nuestro juicio representaban un riesgo y adoptar medidas para proteger a los pasajeros y los objetivos estadounidenses que iban a ser destruidos con esos aviones”. También dijo que “no existe una ciencia exacta de la predicción de riesgos, pero esta vez, a diferencia de los informes de inteligencia sobre las armas de destrucción masiva en Irak, hemos sido más precisos”.
El vuelo 223 de British Airways fue cancelado el jueves y el viernes por “consejo” del gobierno norteamericano. El Departamento de Seguridad Interior de ese país dijo que había “preocupaciones muy específicas” sobre el servicio de esta aerolínea. También partió con retraso el sábado, cuando a último momento Estados Unidos pidió mayores detalles sobre los pasajeros que viajaban en ese vuelo.
Con Estados Unidos en alerta naranja –el segundo en importancia en el código de alarma del gobierno de Bush–, más vuelos trasatlánticos podrían ser cancelados esta semana. Pero estas medidas podrían alimentar los miedos del gobierno británico, que podría considerar que a Estados Unidos se le ha ido la mano con las advertencias y las órdenes para retener aviones. El Departamento de Seguridad Interior norteamericano tuvo que salir a dar explicaciones cuando se descubrió que los tres pasajeros fichados por las agencias de seguridad de ese país eran un nene, una anciana china y un vendedor de seguros de Gales. Y a partir de hoy Estados Unidos dispondrá del polémico fichado de control en aeropuertos.