EL MUNDO › TIRAN HUEVAZOS, BOTELLAZOS Y TROMPADAS Y PROFIEREN INSULTOS A LOS SIMPATIZANTES DEL MAGNATE EN SAN JOSé
Grupos de personas acosaron y atacaron a puñetazos a seguidores de Trump, a quienes quitaban sus gorras con el lema “Make America Great Again” (Volver a hacer Estados Unidos grande) y las quemaban en la calle.
Las protestas contra el magnate Donald Trump, que ya habían mostrado conatos de violencia en el pasado, se tornaron en una batalla abierta en San José, California, donde el virtual candidato republicano a la Casa Blanca está haciendo actos de campaña de cara a las primarias del martes.
La Policía de San José informó ayer que tuvo que realizar al menos cuatro arrestos tras una batalla campal en el exterior de un acto de Trump en San José, en el se lanzaron puñetazos, botellas y huevos contra simpatizantes del precandidato presidencial. Las imágenes grabadas por testigos con teléfonos celulares muestran a grupos de personas acosando y atacando a puñetazos a seguidores de Trump, a quienes quitaban sus gorras con el lema “Make America Great Again” (Volver a hacer Estados Unidos grande) y las quemaban en la calle. También muestran a una mujer atacada con huevos y siendo insultada al salir del acto de Trump en San José, la décima ciudad más grande de Estados Unidos y con un tercio de población hispana, según los últimos datos de la Oficina del Censo. “No hay lugar para este tipo de violencia contra personas que simplemente ejercitan su derecho a participar en el proceso político”, aseguró ayer el alcalde de San José, el demócrata Sam Liccardo, a la cadena local de NBC. Pero el alcalde también criticó a Trump por “promover el antagonismo en lugar de ofrecer soluciones realistas a los desafíos de nuestro país”.
Las imágenes sugieren que la violencia comenzó por parte de los manifestantes en contra del acto de Trump, algo que hasta el momento no se había dado con tanta virulencia. El discurso antiinmigrante de Trump, quien basa su política migratoria en la expulsión de los millones de residentes indocumentados y la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera sur con México, ha calentado los ánimos de algunos detractores. Antes del comienzo del acto del magnate, la Policía de San José cerró las calles aledañas y desplegó agentes para evitar altercados. “Haremos todos lo posible para proteger la Primera Enmienda de la Constitución (libertad de expresión), a los asistentes, a la comunidad y a los agentes de policía”, aseguró antes de la convocatoria el jefe de Policía, Eddie García. No obstante, la situación se salió de control con el acoso de algunos individuos que protestaban contra Trump y que atacaron a asistentes al evento, quienes en algunos casos respondieron a los ataques y en otros evitaron la confrontación. El Departamento de Policía de San José desplegó a agentes antidisturbios para evitar una escalada de violencia, que se saldó también con vehículos policiales dañados y otros daños materiales.
Responsables de las campañas de los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders no tardaron en condenar la violencia contra los simpatizantes de Trump. El presidente de la campaña de Clinton, John Podesta, aseguró en su cuenta de Twitter que “la violencia contra los simpatizantes de cualquier candidato no tiene cabida en estas elecciones”. Mike Casca, director de campaña del senador Sanders, afirmó que “no podemos detener la violencia retórica de Trump con violencia. Solo con protestas pacíficas en un centro de votación se puede hacer”.
Trump había sido criticado por no condenar e indirectamente justificar la expulsión violenta de algunos manifestantes que boicotearon pacíficamente sus eventos de campaña, pero en esta ocasión el nivel de violencia se ha trasladado a la calle. El virtual candidato a la Presidencia celebró ayer un evento de campaña en el aeropuerto de Redding (California), una localidad mucho más pequeña y conservadora que San José, bajo un clima de tensión evidente por los suceso del jueves a la noche. Pero lejos de bajar los decibleles, ayer a la noche Trump dijo que Hillary Clinton debería ir presa por haber usado correos electrónicos privados para comunicarse desde la Casa blanca cuando era Primera Dama. “Lo digo, Hillary Clinton tiene que ir a la cárcel. Honestamente, es culpable como el infierno”, dijo el magnate.
Trump hace campaña de cara a las elecciones primarias republicanas del próximo martes en California, aunque hace ya semanas que se quedó sin rivales en la carrera del partido por la nominación presidencial.
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