EL MUNDO
› ESTADOS UNIDOS BAJO SU ALERTA DE ATENTADOS DE “MUY ELEVADA” A “ELEVADA”
Relájense y disfruten (si pueden) su vuelo
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
Estados Unidos bajó su alerta terrorista un nivel, después de haber estado durante tres semanas en nivel naranja o “alto”, durante las cuales más de una docena de vuelos internacionales hacia Estados Unidos fueron cancelados o demorados y se tomaron medidas de seguridad sin precedentes durante los eventos de los feriados de fin de año. Al anunciar los cambios, Tom Ridge, secretario de Seguridad Interior, dijo que “no tenía que pedir disculpas” por las interrupciones causadas a la aviación civil, especialmente en varios vuelos de British Airways en su ruta de Londres a Washington. Pero, añadió, pasarían “semanas o meses” antes de que se aclarara si los específicos planes terroristas habían sido abortados.
Después de subir a naranja el 21 de diciembre, el código de color de amenaza ahora volvió a amarillo o “elevado”, donde se mantuvo –salvo cuatro excepciones– desde que fue introducido a comienzos de 2002. Ridge dijo que la decisión se había tomado siguiendo un “cuidadoso estudio de la inteligencia disponible”, después de que las fiestas de Navidad y Año Nuevo pasaran sin incidentes. Pero insistió en que las autoridades de Estados Unidos no bajaban la guardia, diciendo que los servicios de inteligencia están todavía preocupados por posibles ataques. En verdad, algunas áreas geográficas y algunos sectores de la economía seguirían bajo vigilancia especial.
Ridge no dio detalles, pero parecía estarse refiriendo a ciudades tales como Las Vegas, que los servicios de inteligencia habían informado que podrían haber sido blanco durante las fiestas. Las autoridades también observarán cuidadosamente las instalaciones de infraestructura, tales como las usinas eléctricas, así como los eventos deportivos, que desde hace tiempo se cree que son un blanco de los grupos terroristas. La aviación también seguirá siendo un foco de atención, con funcionarios tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña advirtiendo que las medidas de seguridad como las que se tomaron contra el vuelo BA 223 serían un hecho de la vida intermitente aunque inconveniente para los pasajeros aéreos. A pesar de todas las precauciones que se toman, los servicios de inteligencia indicaron que Al-Qaida y otros grupos terroristas todavía intentan utilizar aerolíneas civiles para los ataques, como lo hicieron el 11 de septiembre de 2001, dijo Ridge.
El secretario dejó en claro que, ante la duda, Washington siempre preferiría anteponer la seguridad, aun cuando algunos funcionarios aquí sospechan que los operativos de Al-Qaida han estado deliberadamente tratando de engañar a los servicios de inteligencia, dejando escapar información errónea sobre líneas que sabían que eran monitoreadas por Estados Unidos y otros países. Ridge reconoció los inconvenientes que las medidas habían causado en las aerolíneas y sus pasajeros. Su respuesta, sin embargo, no fue una reducción de las precauciones, sino una mejor coordinación de las medidas de seguridad para reducir las demoras y los inconvenientes.
“No pedimos disculpas por lo que hemos hecho, pero necesitamos establecer un mejor protocolo”, para definir los procedimientos. Ya se están llevando a cabo conversaciones con países como Gran Bretaña, Francia, México y España para lograr este fin. Los primeros tres estuvieron directamente afectados por las interrupciones, con vuelos demorados, cambios de ruta, o en muchos casos directamente cancelados.
Los gobiernos, tanto en Londres como en París, fueron en general comprensivos de la posición de Estados Unidos, el último quizá por una decisión de no entrar en otra disputa con Washington después de la guerra contra Irak. Pero México fue muy crítico, virtualmente acusando a Estados Unidos de una paranoia injustificada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.