Vie 23.01.2004

EL MUNDO  › LULA CREA UN SUPERMINISTERIO SOCIAL Y DA LUGAR A DOS CENTRISTAS

La lamparita de un nuevo gabinete

El presidente de Brasil anunciará hoy un nuevo gabinete con un superministerio social y la entrada de dos aliados de centro, mientras hay quejas empresarias por el alto nivel de la tasa de interés.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya tiene al “superministro” que comandará los programas sociales de su gobierno y reemplazará a los ministros de Promoción Social y Seguridad Alimentaria. Se trata del ex alcalde de Belo Horizonte, el diputado Patrus Ananias, al que Lula ofreció formalmente la cartera de Desarrollo Social. Para los analistas, la designación de un “superministro” serviría para agilizar las políticas sociales del gobierno, muy criticadas por sus escasos resultados. Paralelamente, este nombramiento forma parte de la reforma de gabinete de Lula, que quiere poner a dos representantes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en su equipo. Se espera que Lula anuncie hoy todos los cambios en su gabinete. Entretanto, los empresarios brasileños que apostaban a un 2004 de crecimiento económico siguen azorados con la decisión del Banco Central de no bajar las tasas de interés por miedo a un rebrote de la inflación.
La reforma de gabinete de Lula empezó formalmente el miércoles con la renuncia del ministro de Ciencia y Tecnología Roberto Amaral, del Partido Socialista Brasileño (PSB). Amaral fue reemplazado por Eduardo Campos, también del PSB. El diputado Patrus Ananías no confirmó si aceptará el cargo de “superministro”, pero ayer, luego de entrevistarse con Lula, declaró que necesitará “muchas oraciones” para cumplir su misión. Para que este devoto católico de 51 años entre en el gabinete, dejarán sus puestos la actual ministra de Promoción Social, Benedita da Silva, y el creador del Programa Hambre Cero, José Graziano. Otro posible ministro para el nuevo gabinete es el diputado del PMDB Eunicio Oliveira, que ayer fue recibido por el mandatario. De todos modos, el presidente recién lo confirmará hoy como ministro de Comunicaciones, después de reunirse con dirigentes del PMDB. También ayer, Lula se encontró con el líder del bloque oficialista, el diputado del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) Aldo Rebelo, quien asumirá como titular de una nueva cartera. El bloque oficialista está integrado por el PCdoB, el Partido de los Trabajadores (PT), el Partido Liberal (PL) y el PMDB.
Según la prensa brasileña, Lula también quiere reemplazar al actual titular de Transportes, Anderson Adauto. Pero el problema es que este ministro es el único representante en su gabinete del PL, al que pertenece el vicepresidente José Alencar. La reforma también se demora por las presiones de sindicalistas y dirigentes del PT, que intentan frenar la salida del ministro de Previsión Social, Ricardo Berzoini. Lula pretende entregar esa cartera al PMDB, pero la Central Unica de Trabajadores (CUT), pidió al presidente del PT José Genoíno de Souza que no saque a Berzoini del gabinete. De todos modos, funcionarios del Palacio presidencial de Planalto aseguran que Lula anunciaría hoy todos los cambios en su gabinete antes de viajar a India, donde estará cuatro días en una visita oficial.
En paralelo a estos cambios en el gobierno, el Banco Central de Brasil anunció el miércoles que las tasas de interés se mantendrán en el 16,5 por ciento anual por lo menos otro mes. Los mercados esperaban una baja de las tasas de al menos medio punto y los empresarios contaban con una reducción aún mayor. Pero el Banco Central decidió interrumpir la seguidilla de sucesivas bajas de las tasas que hubo durante los últimos siete meses y explicó que lo hizo “con la intención de preservar las conquistas recientes en el combate a la inflación”. Pero la inflación de enero es estacional, indicaron los analistas, por la presión de “las matrículas escolares, las lluvias que impactan en el precio de los productos agrícolas y a los intentos de la industria de salir de sus inventarios”, según explicó el director de Tesorería del Banco Santos, Clive Botelho.
Pero los más enojados con el anuncio del Banco Central son los empresarios, el sector más crítico de la política monetaria de Lula, porque consideran que las altas tasas frenan el crecimiento y el aumento de empleo. “Esta decisión pone en duda la recuperación del crecimiento”, se indignó el presidente de la Confederación Nacional de la Industria, Armando Monteiro Neto. Por su parte, Horacio Lafer Piva, presidente de la Federación de las Industrias del Estado de San Pablo, la organización patronal más influyente del país, indicó que “el Banco Central provocará un ajuste de expectativas que tendrá efecto contractivo sobre la actividad económica”.

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