EL MUNDO
› MURIERON DOS NORTEAMERICANOS Y UN JEFE ESPAÑOL
Tiro libre en el Estado Nº 51
Por Patrick Cockburn*
Desde Bagdad
En una seguidilla de ataques a través de Irak, guerrilleros mataron a dos soldados norteamericanos e hirieron críticamente a un tercero al lanzar una ronda de disparos de morteros contra una base norteamericana en las afueras de la ciudad de Baba al nordeste de Bagdad. En otro ataque, cercano a Faluja, una granada fue lanzada desde un auto y hubo disparos de AK-47 a un puesto de control matando a dos policías, un civil e hiriendo a otros cinco policías. En una segunda calle en las afueras de Faluja cercana a la gran base norteamericana en Habbaniyah tiradores dispararon a un micro que venía desde Bagdad llevando a mujeres cristianas, quienes trabajan como cocineras y personal de limpieza en la base norteamericana. Cuatro murieron y seis fueron heridas.
Todos estos ataques ocurrieron en áreas con una fuerte reputación de militancia. Faluja y Baba son consideradas como dos de las ciudades más antiamericanas en Irak. Pero los balazos en contra de un policía español en Diwaniya, una ciudad chiíta a 160 kilómetros al sur de Bagdad, es más sorprendente ya que se ha registrado poca violencia en esta zona. Gonzalo Pérez García, el jefe de seguridad de la brigada española en Irak recibió un disparo en la frente y estaba en “condición crítica” después de que le dispararan desde un auto en movimiento durante una operación conjunta con la policía iraquí. Una casa particular había sido allanada por soldados españoles, quienes luego partieron dejando a Pérez García y otros dos policías en el lugar para finalizar el allanamiento. Mientras tanto un auto se detuvo frente a la casa y luego huyó. El jefe de seguridad los persiguió, momento en el cual le dispararon en la cabeza. “El diagnóstico es muy grave,” declaró Federico Trillos, el Ministro de Defensa español.
505 soldados norteamericanos han muerto a causa de enfrentamientos y accidentes desde que la guerra con Irak comenzó el 20 de marzo del año pasado, mientras que la cantidad de heridos es de alrededor de 2.900. Mientras tanto, Ibrahim al-Jaafari, un miembro chiíta del Consejo Gobernante, dijo que creía que Ali Sistani, un líder religioso chiíta, aceptaría la decisión tomada por el equipo de la ONU sobre qué tipo de elecciones se llevarán a cabo. El gran ayatolá Sistani ha insistido en que deberá llevarse a cabo elecciones directas para una nueva asamblea y gobierno.
* De The Independent de Gran Bretaña, Especial para Página/12
Traducción Ximena Federman.