El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, habla junto a la plana mayor de las FF.AA.
Imagen: EFE.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, defendió ayer el acuerdo alcanzado con las FARC en La Habana al indicar que no hubo “concesiones por debajo de la mesa” y señaló que la negociación fue “responsable” y “seria”.

Durante la inauguración de un tramo de carretera en la localidad de La Vega, a una hora de Bogotá, Santos aseguró que el documento de 297 páginas con el acuerdo con las FARC que entregó ayer al Congreso como paso previo para la convocatoria al plebiscito del próximo 2 de octubre debe “disipar todas las dudas” de los colombianos. “Cuando se lean estos textos, cuando los analicen, cuando los decanten, los colombianos se van a dar cuenta que todo lo que hemos venido diciendo a través de esta dificilísima negociación es cierto, que no había negociaciones escondidas, que no había concesiones por debajo de la mesa”, aseguró.

“Cuando los colombianos tengan la oportunidad, porque la van a tener, ya están colgadas en las páginas web, ya se está divulgado por todo el país el texto de esos acuerdos, se van a dar cuenta que fue una negociación responsable, que fue una negociación seria, que va a traer enormes beneficios al país”, afirmó.

Santos señaló que en los acuerdos están plasmados “una serie de compromisos” que el Gobierno hubiese hecho “con o sin FARC”, entre los que mencionó el acceso a la tierra, el fortalecimiento de la democracia y las instituciones, la lucha contra el narcotráfico y la atención a las víctimas del conflicto. El jefe de Estado resaltó que “el mundo entero está admirando” estos acuerdos y son considerados “un gran ejemplo para el mundo hacia el futuro”.

Confió en que el pueblo “va a decir sí” en el plebiscito convocado para el 2 de octubre, en el que los colombianos tendrán “la última palabra” sobre lo pactado.

“Cuando comiencen los escépticos a leer los acuerdos, cuando se den cuenta que toda la desinformación no era cierta, cuando se den cuenta que estos acuerdos son y que tienen el reconocimiento de todo el mundo se darán cuenta que este es el paso y la votación más importante en nuestras vidas”, subrayó.

El mandatario consideró que “Colombia ha vivido 50 años encadenada, con freno” a causa del conflicto y resaltó que con la firma oficial de los acuerdos y su ratificación los colombianos podrán construir “una paz entre todos” que les dé a ellos y sus hijos “un mejor país”.

La formación política que salga de las FARC tendrá garantizada una representación mínima de cinco escaños en la Cámara de representantes y otros cinco en el Senado, en las dos primeras elecciones a las que se presenten a partir de 2018, aclaró ayer el equipo de paz del Gobierno de Colombia.

“Las FARC tendrán que competir por las reglas ordinarias para acceder al Congreso, tendrán que exponerse al voto de los colombianos, tendrán que convencer a los colombianos”, señaló en declaraciones a los medios el integrante de la delegación del Gobierno, el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.

Según Jaramillo, garantizar a las FARC una representación mínima en el Congreso es “ponerle una red a un trapecista” o un “seguro de vida”, para que si consiguen una votación muy baja tengan algo de participación. Aclaró que si obtienen un buen resultado electoral que se traduzca en más de cinco escaños en cada cámara legislativa, no reciben ninguno extra.

Antes de las elecciones de 2018, desde el momento en que la guerrilla haya culminado la entrega de armas –en los seis meses transitorios de desmovilización de la guerrilla a partir de la firma definitiva de la paz– las FARC tendrán portavoces “con voz pero sin voto” en el Congreso de Colombia para discutir la implementación del acuerdo de paz.

Los equipos de paz del Gobierno de Colombia y de las FARC anunciaron el pasado 24 de agosto que habían alcanzado un acuerdo de paz, tras casi cuatro años de negociaciones en la capital cubana.

Sin embargo, no será hasta el acto formal de la firma de la paz en Colombia en una fecha aún por determinar, cuando empiecen a aplicarse los acuerdos y entrará en vigor el pacto sobre fin de hostilidades, que establece un plazo de 180 días para que las FARC entreguen todas sus armas y se conviertan en un movimiento político.

En las próximas semanas, la insurgencia va a convocar su X Conferencia para que sus filas aprueben el abandono de las armas y su tránsito a la vida civil y también para que ratifiquen el acuerdo de paz.

Queda pendiente además que los colombianos den su visto bueno a los acuerdos en un plebiscito, convocado ya para el próximo 2 de octubre.

El ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, invitó a los miembros del opositor partido Centro Democrático, liderado por el expresidente Alvaro Uribe, a hacer un “gran acuerdo político nacional” si gana el sí en el plebiscito del próximo 2 de octubre.

“Queremos invitar al Centro Democrático para que una vez termine la campaña del plebiscito, podamos sentarnos a trabajar en un gran acuerdo político nacional que permita la implementación y cumplimiento de los acuerdos”, dijo Cristo a periodistas tras una Cumbre de Gobernadores celebrada en Bucaramanga.

El ministro aseguró también que la campaña por el plebiscito, en el que los colombianos votarán si aprueban o no el acuerdo firmado entre el Gobierno y las FARC en La Habana, no debe generar polarización política.