Lun 02.02.2004

EL MUNDO

El candidato que aterroriza a Bush, y el sureño que podría acompañarlo

John Kerry, senador progresista de Massachusetts, lidera las encuestas para las primarias demócratas de Arizona, Missouri y Dakota del Norte. Y es la pesadilla de la Casa Blanca.

Por Andrew Buncombe *
Desde Charleston, Carolina del Sur

Para los seis o siete demócratas que sueñan con ganar la nominación para derrotar a George W. Bush en noviembre, sólo hay un único juego posible: tratar de parar al séptimo candidato, John Kerry. Luego de haber sido tildado de distante y elitista, y de haber sido abrumado por el fuerte apoyo conseguido por el ex gobernador de Vermont, Howard Dean, Kerry ahora se mueve como una aplanadora para prepararse para las siete primarias que se celebrarán este martes. Es razonable decir casi con certeza que la pelea por la candidatura presidencial terminará al final de esta semana.
Luego de que Kerry venciera cómodamente en Iowa y New Hampshire, los sondeos publicados el viernes sugieren que el senador por Massachusetts lidera la carrera en Arizona, Missouri y Dakota del Norte. En Carolina del Sur tiene un empate técnico con John Edwards, mientras que en Oklahoma se ubica en el segundo lugar, por detrás del general retirado Wesley Clark. Dean puede liderar las encuestas en Nueva México, pero su campaña flaquea al tiempo que se le acaban los fondos. Se espera que Joe Lieberman gane en Delaware, pero este estado apenas tiene cinco delegados.
Parece que el truco de Kerry es presentarse como el hombre con mejores chances de ganar a Bush, en lo que será una contienda muy peleada. “Anoche vi el debate de algunos de los candidatos demócratas y creo que Kerry es el más fuerte”, dijo Claudia Philipa, gerenta de una empresa de seguros de Carolina del Sur. “Creo que es por su experiencia: lo escuché en un debate anterior y allí dijo que hay que tener experiencia en Washington si uno quiere ganar”, agregó.
Otras pruebas del surgimiento de Kerry fueron dadas por la mismísima gente que él espera derrotar en noviembre: el jefe de campaña de Bush, Ken Mehlman, acusó al senador de Massachusetts de ser débil en materia de seguridad nacional. “Valoramos el heroico servicio del senador Kerry en Vietnam, pero cuestionamos que haya votado a favor del recorte de los fondos para inteligencia y defensa”, declaró Mehlman, uno de los dos republicanos que atacaron al líder de la carrera demócrata.
“En los ‘80 quiso cancelar los sistemas de armas que están ganando la guerra contra el terrorismo manteniendo nuestro poderío militar. Se opuso a los esfuerzos de Ronald Reagan para combatir el comunismo en nuestro hemisferio y se opuso a la primera guerra del Golfo”, indicó. La Casa Blanca considera que el experimentado Kerry es un oponente más fuerte que Dean. Una encuesta de Newsweek sugiere que si Kerry llegara a enfrentarse con el presidente, ganaría por tres puntos.
En una muestra de la preocupación que reina en el gobierno de Bush, el jefe de campaña del presidente dijo a los miembros de su partido que “debemos esperar una elección en la que en ciertos momentos estaremos detrás, particularmente luego de que los demócratas decidan su candidato y realicen su convención. No será fácil: este país sigue muy dividido”, dijo. Más tarde, Kerry sostuvo que los republicanos están “muertos de miedo” con él. “Por eso me están atacando”, dijo. “Y yo voy a devolver el golpe. No les va a funcionar”, agregó.
De todos modos, dadas estas sorprendentes y cambiantes primarias, la victoria de Kerry no es segura. Edwards está usando Carolina del Sur, el estado en el que nació, para tirarle dardos a Kerry: según Edwards, él es el único que puede darle el Sur a los demócratas, algo que será tenido en cuenta por los estrategas del partido. “Esto es lo que quiero contarles, amigos”, declaró el senador de Carolina en su enérgico discurso. “El Sur no es el patio de Bush: el Sur es mi patio. Quiero derrotarlo en mi propio patio. Estoy listo para esta pelea. Ustedes tienen que darme una chance con Bush. Si me la dan, les daré la Casa Blanca”, bramó.
La historia muestra que ningún demócrata se ha asegurado la Casa Blanca sin ganar al menos algunos de los estados del Sur. Kerry, mientras tanto, ha sugerido que se le presta demasiada atención a la región. Comentarios de este tipo no caen bien entre los sureños, cuya tradicional antipatía por los “progresistas del norte” parece más fuerte que nunca. En Charleston, cuyas callecitas empedradas probablemente la convierten en la ciudad más linda de Estados Unidos, el columnista Michael Graham escribió en el diario Charleston City Paper que “Kerry no va obtener una buena nota”. Edwards espera ganar acá el martes, lo que le daría un impulso en Michigan, Maine, Tennessee y Virginia, que tendrán sus primarias en los próximos días. También cuenta con que, incluso si no logra ganarle a Kerry, su convincente campaña lo convierta en el vicepresidente de la fórmula. Para muchos demócratas, la combinación Kerry-Edwards representa el “Dream Team” con el que el Norte y el Sur podrían derrotar a Bush.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano.

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