El delegado de Noruega para el diálogo de paz en Colombia, Dag Nylander, calificó el acuerdo alcanzado por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC –que el domingo próximo será sometido a un plebiscito de carácter vinculante– como “altamente beneficioso para todas las partes” y “novedoso a nivel internacional”, porque es la primera vez que en este tipo de entendimientos “se pone a las víctimas en el centro del debate, las víctimas son el centro”.

El jurista y diplomático de 46 años rescató como primer peldaño en la larga escalada hacia la paz hecha en los diálogos de La Habana “la férrea voluntad de las partes por lograr el acuerdo”, ya que “en los dos años de conversaciones secretas y los casi cuatro de negociaciones oficiales en La Habana, muchas veces hubo crisis que pudieron resolverse”.

“Hubo puntos en la agenda que eran muy difíciles de resolver para las partes y hubo crisis no sólo en la mesa de diálogo sino también en el terreno en Colombia y, sin embargo, el gobierno y la guerrilla lograron sortearlas acometiendo las negociaciones con la premisa de que lo principal eran las víctimas”, se explayó.

Respecto del acuerdo en sí, que según las últimas encuestas se impondría en el decisivo plebiscito del próximo domingo, consideró que “es muy ambicioso”, porque establece entre otras cuestiones fundamentales “la implementación de una justicia transicional y el cese del fuego y el abandono de armas” por parte de la que es hasta hoy la guerrilla más antigua del país, pero que dejará de serlo si prospera el convenio.