El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se comprometió frente a un grupo de víctimas a exigirle a las FARC que devuelvan los cuerpos de las personas desaparecidas durante el conflicto armado. Por otro lado, el máximo lider de las FARC, Rodrigo Londoño, se mostró ayer optimista sobre el futuro del acuerdo de paz firmado con el gobierno colombiano, pero consideró un exabrupto reabrir la discusión sobre el tema de la justicia transicional.

“Juan Manuel Santos se comprometió personalmente a pedirle a la guerrilla la devolución de las personas que desaparecieron como consecuencia de la violencia”, dijo a periodistas la directora de la Fundación Víctimas Visibles, Diana Sofía Giraldo. El gobierno colombiano y las FARC firmaron el pasado 26 de septiembre en Cartagena un acuerdo de paz luego de casi cuatro años de negociaciones en La Habana. El mismo trató de ser refrendado el 2 de octubre en un plebiscito pero la opción de NO apoyar el texto final ganó con un 50,21 por ciento de los votos. Por lo tanto, el fin del conflicto de más de 52 años entre el Estado y la guerrilla quedó en la incertidumbre, y llevó al presidente Santos a entablar un diálogo con la oposición para destrabar el proceso.

“Hay compromiso con personas con nombre propio y agradecemos que haya ahora una interlocución directa con las víctimas de las FARC”, manifestó Giraldo al término de una reunión con Santos. El jefe de Estado recibió ayer en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, a 14 representantes de víctimas que le hicieron entrega de un documento con observaciones sobre el acuerdo con las FARC, entre ellas que se conozca la verdad sobre los desaparecidos, precisó la líder. Según el informe “Basta ya” del Centro Nacional de Memoria Histórica, el conflicto ha dejado al menos 220 mil muertos, siete millones de desplazados, 25.007 desaparecidos y 27.023 secuestrados, crímenes en gran parte cometidos por las FARC.

Por otro lado, en una entrevista a radio Caracol, Londoño conocido como Timochenko aseguró: “Estamos trabajando, escuchando a distintos sectores, buscando alternativas y pronto puede haber noticias muy positivas. Siento mucha tranquilidad”. Sin embargo, precisó: “Sería un exabrupto volver a revivir una discusión que nos llevó más de un año y medio, que fue una de las discusiones más duras y difíciles en las cuales se acogieron las opiniones de mucha gente, de muchas organizaciones, en especial de las organizaciones de víctimas”.

El número uno de las FARC además reiteró la voluntad que tienen de encontrar a las personas que murieron mientras estaban secuestradas por esa guerrilla. “Desde hace mucho rato se viene implementando con el Comité Internacional de la Cruz Roja (para buscar) a las personas que se ha planteado que desaparecieron en manos nuestras”, dijo Timochenko.

El comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Husein, señaló ayer desde Ginebra que Colombia afronta una situación extremadamente complicada tras el rechazo en plebiscito del acuerdo de paz alcanzado por el gobierno y la guerrilla de las FARC, cuya renegociación ahora parece incierta. “No sabemos en qué medida podemos ahora tener una reconstrucción de las partes (del acuerdo) que creemos han sido las más difíciles para la oposición y para el ex presidente Alvaro Uribe (abanderado del No en el plebiscito)”, declaró a un grupo de periodistas.

Londoño dijo que las FARC seguirán respetando el alto el fuego bilateral, que está vigente desde agosto, y que está seguro de que el acuerdo de paz terminará siendo implementado porque su organización no volverá a la lucha armada. El jefe de las FARC admitió que piensa que fue bueno que hubiese ganado el NO en el plebiscito, pues ese escenario político permitió al gobierno hacer una mejor pedagogía sobre el pacto, sobre el que, dijo: “Hay mucha desinformación”. “Creo personalmente que fue hasta bueno que hubiera sucedido eso, porque está permitiendo aclarar muchas dudas y en especial está comprometiendo a ese importante sector del pueblo colombiano que no votó, más del 63 por ciento (del padrón), a interesarse por este hecho histórico”, agregó.

Según Londoño, las FARC están haciendo una “autocrítica” porque durante la negociación, que se extendió desde noviembre de 2012 hasta agosto pasado, se pudo haber logrado una mayor participación de sectores políticos y sociales. A pesar de las dificultades, comentó que el acuerdo ya está siendo implementado, pues la misión de las Naciones Unidas (ONU) encargada de monitorear el alto el fuego y las fases de desmovilización y desarme sigue en funciones. “Se viene cumpliendo el cese del fuego. Ni un solo muerto, ni un solo herido. Eso es lo que queremos: solucionar las diferencias sin muertos”, dijo Londoño, tras indicar que para solucionar la dificultad en que quedó el acuerdo hay que darle tiempo al tiempo. No obstante, dijo que el tiempo debe ser corto, pues hay sectores políticos que buscan hacer fracasar el proceso de paz tratando de dilatar la implementación del acuerdo.

Londoño insistió en que el acuerdo ya está firmado y tiene sustentación jurídica y que el problema tras el plebiscito es más de tipo político para el gobierno. También celebró que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) haya abierto las negociaciones formales con el gobierno colombiano el próximo 27 de octubre en Quito, Ecuador.

Entre las alternativas que también se estudian para aprobar finalmente el acuerdo de paz del gobierno y las FARC se considera la posibilidad de que el Congreso, con mayoría del oficialismo, expida leyes para implementarlo o que se convoque a una Asamblea Constituyente. Consultado Londoño sobre la posibilidad de que se reúna con los ex mandatarios Uribe y Andrés Pastrana, férreos críticos del proceso de paz y cabezas visibles del NO en el plebiscito, aseguró que no recibió un pedido al respecto.