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ASI LO VEN II
¡Es la economía, estúpido!
El presupuesto 2005 que el presidente Bush ha enviado recientemente al Congreso asegura de modo inverosímil que cortará el déficit de 521 mil millones de dólares en la mitad en los próximos tres años. Pero la reducción de impuestos a los más ricos no ha creado empleo y el aumento del gasto militar –para las acciones “preventivas”– son los pilares de su política económica que le están devolviendo un horizonte sombrío para su campaña a la reelección.
CommonDreams.org
Si se aprueba el nuevo presupuesto de Bush, no va a hacer falta una comisión especial para develar su defectuosa inteligencia. Las armas de destrucción presupuestaria son reales, caseras y visibles. Mientras que la ricina encontrada en el Senado cristaliza el bioterror evidente desde las cartas con ántrax, el presupuesto de Bush excluye los fondos pedidos por el correo para tecnología de biodetección. También le quita fondos a programas de control de enfermedades y ayuda a hospitales para estar preparados en caso de ataques bioterroristas.
(Holly Sklar)
The Nation
El presupuesto de George W. Bush es una verdadera mentira. En medio de la campaña electoral miente acerca de las causas y la profundidad de la enorme caída fiscal, esconde los costos de los recortes con impuestos y sus guerras, y esconde la manera en que serán golpeados los pobres y el lucro que tendrán los ricos. Sin embargo, el presupuesto de este año de elecciones dice la verdad sobre las prioridades de Bush. Los recortes en impuestos vienen primero. A pesar del agujero fiscal que ha cavado, Bush quiere seguir cavando. Pero su legado es claro: guerras en el extranjero, y en casa, la profundización de la desigualdad y el ensanchamiento de la pobreza. .
(Robert L. Borosage)
The Weekly Standard
“Es claramente un presupuesto, tiene un montón de números”, le dijo George W. Bush a un periodista durante su campaña presidencial hace algunos años. Después de examinar el presupuesto que presentó el presidente al Congreso recientemente, casi todo Washington está diciendo, “es claramente un presupuesto, tiene un montón de mentiras”. Y con razón. Un presupuesto, después de todo, es más que “un montón de números”. Es una declaración de las prioridades en el gasto de la administración que está en el poder. El resultado va a ser: más inflación, tasas de interés más altas, un dólar más barato. Pero para ese entonces, Bush espera estar a salvo en la Casa Blanca. Sus simpatizantes dicen que limpiará el desastre fiscal, que no lo dejará como legado. Los dudosos son más que los simpatizantes.
(Irwin M. Stelzer)