Por Elizabeth Nash *

La organización separatista vasca ETA anunció una tregua parcial sin precedentes limitada a la región autónoma de Cataluña en España. Esta declaración irrumpe en una nación envuelta en la campaña electoral, ya que los comicios se realizarán el mes que viene, y toca de cerca al gobierno socialista catalán por segunda vez en el mes.
“ETA informa a vascos y catalanes de la suspensión de sus acciones armadas en Cataluña”, dijo uno de los dos voceros en un video emitido por la televisión vasca. Ambos tenían capuchas blancas y boinas negras vascas. “Un saludo revolucionario a todos los pro-independentistas catalanes”, agregó con banderas vascas y catalanas como telón de fondo.
El anuncio fue condenado por el oficialista Partido Popular como “una trampa”. El líder conservador nacionalista Juan José Ibarretxe lo definió como “nauseabundo e inmoral” e hizo un llamamiento a que ETA cese la matanza y abandone la violencia en toda España. El jefe de Gobierno español, José María Aznar, se precipitó a señalar que “el gobierno desea expresar su rechazo unívoco a cualquier tipo de negociación exceptuando una en la que ellos (ETA), renuncien a las armas”.
Sin embargo, un vocero del izquierdista nacionalismo vasco, Gorka Knorr, cuyo partido forma parte del gobierno de coalición de la región, dijo: “Tengo esperanzas de que esto sea solamente el primer paso. Soy de aquellos que piensan que la ETA está buscando una salida”.
La última tregua de la ETA duró 14 meses, pero finalizó en diciembre de 1999. Las acciones armadas han continuado desde entonces, aunque se piensa que la organización ha sido debilitada por las duras medidas preventivas de la policía y la prohibición de partidos seguidores y grupos simpatizantes.
El anuncio de la ETA se ha dado a conocer después del escándalo político causado cuando un líder catalán proindependentista de izquierda, JosepLluis Carod-Rovira, confesó hace un mes que se había reunido en secreto con la cúpula de la ETA en enero. Carod fue obligado a renunciar como primer ministro del gobierno de coalición socialista de Cataluña. Madrid acusó a Carod de intentar negociar un cese de fuego únicamente para Cataluña. El ex primer ministro se rehusó a divulgar el contenido de las conversaciones, pero dijo que no se había llegado a un acuerdo.
El PP hizo un llamamiento al presidente socialista catalán, Pasqual Maragall, para que rompiera vínculos con el partido izquierdista de Carod, lo que equivalía a pedirle a Maragall que deje su puesto. Mariano Rajoy, el candidato presidencial en las elecciones del 14 de marzo, ayer reclamó la renuncia de Maragall.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.