EL MUNDO
› POR ORDEN MEDICA, NO HABLARA MAS EN PUBLICO
El día que calló Margaret Thatcher
Por Lucy Ward *
Desde Londres
Margaret Thatcher, cuyo tono insistente ha sonado en los oídos del pueblo británico por casi 30 años, se ha silenciado por orden médica. La ex primera ministra de 76 años y por mucho tiempo “dama de hierro” de la política británica, que sufrió el martes el último una serie de ataques de apoplejía, no va a hacer nunca más un discurso. Thatcher está por reducir su intensa agenda y se le ha dicho que “debe evitar las tensiones que implica hablar en público”. El anuncio hace finalizar una era extraordinaria en que, como primera ministra británica durante la década del 80, Margaret Thatcher proporcionó la banda de sonido nacional para una década turbulenta.
Frases como “la dama no va a dar el brazo a torcer” y “No hay alternativa”, pronunciadas por una voz pausada y profunda entrenada para evitar su estridencia, van a permanecer en el léxico político, haciendo que sus enemigos se estremezcan y que sus admiradores suspiren por una época perdida. Desde que terminó su administración en 1990, Thatcher ha reemergido regularmente para lanzar misiles cuidadosamente elegidos, cada vez más apuntados hacia la Unión Europea pero a menudo incomodando a sus sucesores y líderes en el Partido Conservador. La campaña electoral del año pasado dejó una muestra de la cosecha Thatcher, cuando dijo a su simpatizante audiencia en Plymouth: “A mí se me dijo con anterioridad que mi llegada no estaba planeada, pero camino acá, pasé por un cine local y resultó que ustedes me estaban esperando después de todo”. En la cartelera decía “Vuelve la momia”.
A pesar de que sus voceros insistían ayer en que Thatcher estaba “desesperada” por cumplir sus compromisos públicos –incluyendo la promoción de su nuevo libro, Arte de gobernar– y que consideraría si podría atender los eventos literarios y de firma de autógrafos como estaba estipulado, sus asistentes dijeron que ella cumpliría “al pie de la letra las órdenes médicas”. Una vocera, imaginándose a una Thatcher sin palabras dijo: “Es casi un sollozo, debo decir”. La ex premier estaba en “buen estado”, insistió. Thatcher está descansando en su casa de Londres, pero fuentes del partido dijeron que ella ha estado recibiendo visitas.
Iain Duncan Smith, actual líder del Partido Conservador, dijo: “En nombre de todo el partido le deseo a ella y a sir Denis lo mejor y nuestros pensamientos y deseos para una pronta recuperación”.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.