Por Angeles Espinosa *
Desde Bagdad

Al menos 11 iraquíes resultaron muertos y un centenar de personas más heridas, entre ellos 58 soldados de las fuerzas ocupantes, en el atentado que ayer sufrió una base polaca en Hilla, 100 kilómetros al sur de Bagdad. Los soldados polacos que vigilaban los accesos a Camp Charlie dispararon contra el conductor de un primer vehículo y evitaron que penetrara en el recinto. El camión que lo seguía lo embistió y estalló por los aires. La agresión se produjo menos de 24 horas después de que el jefe de la fuerza angloamericana, general Ricardo Sánchez, declarara a este diario que sus tropas no sufren agresiones al sur de Bagdad.
“Ha sido un ataque terrorista bien coordinado”, manifestó el general polaco Mieczyslaw Bieniek, responsable de la División Multinacional de la región Centro-Sur. Es la primera acción de esta naturaleza que se produce en el área bajo mando polaco, en la que se halla encuadrada la Brigada Plus Ultra. El pasado noviembre una acción similar contra un cuartel de Carabineros italianos dejó 32 muertos, 19 de ellos italianos, en Nasiriya, en la región Sur, bajo responsabilidad británica. Desde entonces las bases militares, incluida la española en Diwaniya, ha reforzado sustancialmente sus defensas. Polonia dirige una división multinacional de 9500 hombres, entre ellos los 2500 de la Brigada Plus Ultra. Este nuevo atentado viene a recordar que los insurgentes son aún una amenaza grave.
“A las siete y cuarto de la mañana, cerca de la base logística, se produjo un ataque terrorista con dos vehículos”, informó el teniente coronel Robert Strzelecki, que actuaba como portavoz de las tropas angloamericanas. Strzelecki explicó que los soldados lograron frenar el primer coche disparando al conductor y que entonces el segundo vehículo se estrelló contra el muro de hormigón que rodea la base y reventó. Los artilleros estimaron que llevaba encima 700 kilos de explosivos.
De ahí que los tejados de las casas que hay justo enfrente de esa base militar salieran volando por los aires. Al menos cuatro de las viviendas quedaron completamente destruidas y fue allí donde se produjeron la mayoría de las víctimas civiles. Entre los 58 soldados heridos había 12 filipinos, 10 húngaros, 10 polacos y dos estadounidenses. Anoche, sólo 6 permanecían hospitalizados y su estado no hacía temer por sus vidas. El resto fueron dados de alta a lo largo del día, según un portavoz del hospital militar. Los hospitales locales atendieron a 44 iraquíes heridos. Tampoco ninguno revestía especial gravedad.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.