Mar 24.02.2004

EL MUNDO  › 24 HORAS MAS PARA VER EL PLAN INTERNACIONAL Y FECHA LIMITE REBELDE

A Aristide se le acortan los plazos

Los intentos internacionales por llegar a un acuerdo se multiplicaron. Los líderes opositores se abstuvieron de decir “no” al plan propuesto el fin de semana. En cambio, presentaron una contraoferta que establece el 18 de marzo como fecha límite para el fin del mandato del presidente. Y el clima de violencia no cesa en Haití.

Por Andrew Gumbel *

Los partidarios del presidente en problemas, Jean Bertrand Aristide, se prepararon para una última resistencia en la capital, Puerto Príncipe, mientras la insurgencia rebelde, en rápida expansión, controlaba la segunda ciudad más importante del país, Cap-Haitien, y prometía tener a todo el país bajo su control en dos semanas. Las bandas callejeras favorables al gobierno ayer habían armado barricadas con neumáticos quemados, vehículos y piedras en los caminos principales que conducen a la capital y estaban parando a todos los automóviles que entraban en busca de armas. También ayer los opositores y la comunidad internacional buscaban un acuerdo que solucione la crisis. Mientras la misión internacional ofreció extender el plazo 24 horas más a los opositores para que acepten una propuesta modificada –que prevé “cambios políticos basados en la evaluación de la marcha del plan”–, los rebeldes presentaron su oferta, que establece el 18 de marzo como fecha tope para la salida del presidente.
A medida que llegaban informes sobre los policías que huían de sus puestos en Cap-Haitien y los líderes rebeldes que llevaban a cabo búsquedas casa por casa para sacar y ejecutar a los simpatizantes de Aristide, la situación en la capital se ensombreció. El tráfico, que generalmente atesta las angostas calles, estaba reducido al mínimo y las celebraciones de Carnaval, que se extendieron de tres a cinco días este año para conmemorar el bicentenario de la independencia de Haití, eran un completo fracaso. Con gran parte del país ahora sumido en el caos, incluyendo saqueos masivos y asesinatos por venganza, Aristide está cada vez más aislado. La oposición parecer estar dejando que los acontecimientos sigan su curso, en lugar de apoyar el acuerdo patrocinado internacionalmente de un poder compartido que le permitiría al presidente terminar su mandato.
La comunidad internacional, mientras tanto, resiste los pedidos de intervención armada, abandonando efectivamente a Aristide a su destino. Francia y Estados Unidos han instado ambos a sus ciudadanos para que abandonen el país tan pronto como puedan. Un destacamento de 50 marines de Estados Unidos se dirigía ayer a Haití, pero está encargado de proteger la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe como única tarea.
Es incierto en cuánto tiempo o cómo podrán entrar los rebeldes a la capital. Hasta ahora, la rebelión se movió a una velocidad notable, expandiéndose de la ciudad portuaria de Gonaives a toda la otra mitad norte del país. Los rebeldes de Gonaives, ex partidarios de Aristide que se cambiaron de bando después del asesinato de su líder, han estado apoyados por elementos del ejército desbandado de Haití, incluyendo los comandantes de un famoso escuadrón de la muerte que aterrorizó al país en los comienzos de la década del ‘90. Cap-Haitien, una ciudad de medio millón de habitantes, fue tomada por una fuerza de no más de 200 hombres. La policía, pobremente equipada, no opuso ninguna resistencia, prefiriendo esconderse en sus comisarías o huir de la ciudad antes que luchar. El único intercambio significativo de fuego tuvo lugar en el aeropuerto, donde se informó que por lo menos ocho personas murieron, incluyendo una niña de 11 años que cayó en medio del fuego cruzado. Los periodistas de la ciudad dijeron que habían contado otros siete cuerpos en otros lados, posiblemente víctimas de asesinatos por venganza.
La captura de Cap-Haitien por los rebeldes condujo a una orgía de saqueos, que arrancaron equipos de computación y alimentos del edificio del aeropuerto todavía humeante. La batalla por Puerto Príncipe probablemente sea más dura, ya que las bandas callejeras fieramente leales a Aristide han prometido luchar furiosamente por él. A diferencia de la policía, ellos tienen acceso a grandes arsenales de ametralladoras y otras armas automáticas. Los líderes rebeldes no han dado indicación alguna de que la parte más dura de su operación esté por venir. “Creo que en menos de 15 días controlaremos todo Haití”, les dijo a los reporteros en unhotel de Cap-Haitien el veterano policía y comandante del ejército, Guy Philippe.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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