Por Jorge A. Rodríguez *
Desde Madrid

El Ministerio del Interior sospechó desde el primer momento de ETA como posible autor del ataque perpetrado ayer contra cuatro trenes en Madrid, pero ahora duda de que los asesinos puedan ser de un grupo radical islámico. Los terroristas colocaron 12 bombas, con entre 8 y 12 kilos de dinamita cada una, para hacer estallar diez de ellas casi simultáneamente y dejar otras dos como trampa para los servicios de socorro y de policía que acudieran a atender a las víctimas. El explosivo es similar al que usa ETA, pero el hallazgo en Alcalá de Henares de una furgoneta con siete detonadores y cintas en árabe con versículos del Corán, robada en Madrid el 28 de febrero, hace sospechar fuertemente de un grupo islámico. “No es el estilo de ETA”, decían los investigadores desde primera hora. El gobierno adjudicó la matanza a ETA, pero ahora duda.
Los terroristas supuestamente habrían llegado a Madrid al menos un par de días antes del atentado, con uno o dos vehículos cargados de explosivos, según las fuentes consultadas. Ya en la capital, habrían contado “con un departamento o una mínima infraestructura” para cargar las mochilas con el explosivo y ultimar los preparativos. El objetivo sería causar el máximo daño con el mínimo riesgo. Los terroristas se introdujeron en los trenes en la estación ferroviaria de Alcalá de Henares, a unos 30 kilómetros de la capital, e introdujeron las mochilas en las papeleras situadas junto a las puertas y en las zonas de unión entre vagones. Los expertos antiterroristas insistían anoche, como ya lo había hecho antes el ministro del Interior, Angel Acebes, de que se trata de un atentado de ETA, pero albergaban serias dudas. Las dudas se agrandaron con el hallazgo de una furgoneta en Alcalá de Henares –donde partieron los terroristas que perpetraron la matanza–, que había sido robada el 28 de febrero en Madrid, en cuyo asiento delantero había siete detonadores y cintas con versículos del Corán habitualmente usados para aprender la lengua árabe.
Una organización llamada Los Leones de Al-Mufridoon, desconocida hasta ahora, se ha adjudicado la autoría de los crímenes. El grupo dice estar formado por marroquíes, tunecinos y argelinos, que habrían atacado a España por haberse embarcado en “la cruzada” de George Bush y Tony Blair contra Afganistán e Irak. El propio Osama bin Laden, en una grabación difundida en octubre pasado, había señalado a España como objetivo. “Nos reservamos el derecho a responder, en el momento y lugar oportunos, contra todos los países que participan en esta guerra injusta, en particular Gran Bretaña, España, Australia, Polonia, Japón e Italia.”

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.