Sáb 13.03.2004

EL MUNDO

Antichavistas en la lista salarial de Washington DC

Documentos revelan que Estados Unidos viene canalizando cientos de miles de dólares para los opositores políticos del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Por Andrew Buncombe *
Desde Washington

Washington ha estado canalizando cientos de miles de dólares para financiar a los opositores políticos del presidente venezolano Hugo Chávez, incluyendo aquellos que brevemente derrocaron al líder electo democráticamente con un golpe hace dos años. Los documentos obtenidos bajo el Acto de Libertad de Información revelan que, en 2002, Estados Unidos pagó más de un millón de dólares a los grupos políticos en lo que declara es un esfuerzo para construir la democracia y “fortalecer los partidos políticos”. Chávez recibió la información y le dijo a Washington que “saque sus manos de Venezuela”.
La revelación sobre la financiación de Estados Unidos a los opositores de Chávez surge cuando éste se enfrenta a un posible llamado a un referéndum y Venezuela se vio sacudida por una serie de manifestaciones callejeras violentas en las que murieron por lo menos ocho personas. Sus opositores, que incluyen a políticos, algunos líderes sindicales, ejecutivos de los medios y ex gerentes de la empresa petrolera estatal, están tratando de reunir suficientes firmas para forzar el voto nacional. Los documentos revelan que uno de los organizadores de la recolección de firmas del grupo, Sumate, recibió 53.000 dólares de Estados Unidos en septiembre pasado.
Jeremy Bigwood, un periodista independiente con sede en Washington, que obtuvo los documentos, le dijo ayer a este diario que “esto repite un patrón que comenzó en Nicaragua en la elección de 1990, cuando Estados Unidos gastó 20 dólares por votante para liberarse del presidente sandinista Daniel Ortega. Se hace en el nombre de la democracia pero es hipócrita. Venezuela tiene un presidente elegido democráticamente que ganó el voto popular, que no es el caso con Estados Unidos”. La financiación fue hecha por el Fondo Nacional para la Democracia (FND), una agencia sin fines de lucro financiada totalmente por el Congreso. Distribuye 40 millones de dólares al año a varios grupos, en lo que dice es un esfuerzo por fortalecer la democracia.
Pero los críticos del FND dicen que la organización habitualmente se mete en los asuntos de otros países para apoyar a grupos que creen en el libre comercio, mínima intervención del gobierno en la economía y oposición al socialismo en cualquier forma. En los últimos años, el FND ha dirigido fondos para los opositores políticos del recientemente salido presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, al mismo tiempo que Washington le bloqueaba préstamos a su gobierno. “Algo que solía hacer la CIA”, dijo Bigwood. “No estoy particularmente interesado en Chávez, sino en lo que Washington está haciendo.” En Venezuela, el FND orientó el dinero a tres de sus cuatro principales “alas” operacionales: los brazos de los partidos republicano y demócrata –el Instituto Republicano Internacional para Asuntos Internacionales y el ala de política exterior de la unión AFL-CIO, respectivamente– y el Centro Estadounidense de Solidaridad Laboral Internacional.
Estos grupos tenían talleres de trabajo, sesiones de entrenamiento y brindaban consejos gratuitos a los tres partidos políticos en Venezuela –Acción Democrática, Copei y Primera Justicia–, cuyos liderazgos han estado en la vanguardia para hacer un referéndum revocatorio a Chávez. Chris Sabatini, el director de FND para América latina, declaró que el objetivo de la organización es promover la democracia y “construir un espacio político”. Le dijo al New York Times que el Fondo Nacional había estado trabajando con grupos cívicos en Venezuela sin lazos políticos y grupos de derechos humanos.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela no estaban tan tensas desde abril de 2002, cuando Chávez fue brevemente destituido por los opositores que habían estado apoyados por Estados Unidos antes del golpe. En ese momento, Washington culpó a Chávez por su propia caída. La antipatía de Washington por el mandatario venezolano está alimentada por su amistad con Fidel Castro de Cuba y su crítica abierta a las políticas de libre mercado apoyadas por Washington. Pero Venezuela es también el cuarto mayor abastecedor de petróleo de Estados Unidos, lo que le da a Chávez un grado de fortaleza pero, al mismo tiempo, lo hace vulnerable para aquellos que preferirían ver en el poder a un líder más pro Estados Unidos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

(Versión para móviles / versión de escritorio)

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS rss
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux