Vie 26.03.2004

EL MUNDO  › HISTORICA CITA ENTRE TONY BLAIR Y EL CORONEL KHADAFY

El día del bello y la bestia

Por primera vez desde la visita de Winston Churchill en 1943, un primer ministro británico visitó ayer Libia. Tony Blair recompuso todas las relaciones. Y sobre todo las de petróleo y gas, claro.

Por Walter Oppenheimer *
Desde Londres

Fueron sólo unas horas, pero un momento histórico. Tony Blair realizó ayer la primera visita a Libia de un primer ministro británico desde que viajara Winston Churchill en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Tras entrevistarse con el coronel Muammar el Khadafy a las afueras de Trípoli, Blair subrayó la voluntad de aquél de “hacer causa común con nosotros contra Al Qaida, los extremistas y el terrorismo”. La visita es consecuencia del proceso de desarme pactado en diciembre pasado por Libia con Estados Unidos y Gran Bretaña.
Blair fue recibido en el aeropuerto de Trípoli por el primer ministro libio, Shukri Ghanim, y el ministro de Exteriores, Abderramán Shalqam, y se dirigió luego en coche a la jaima (tienda de campaña), donde lo esperaba Khadafy, a las afueras de la capital. El líder libio, que vestía un traje local, se dirigió a Blair en inglés ante las cámaras de televisión que captaban el histórico apretón de manos. “Parece usted cansado”, le dijo el líder libio aludiendo a la intensa actividad diplomática del premier británico, para corregirse enseguida y lanzarle un piropo a Blair: “Tiene buen aspecto, aún está joven”. Tras los saludos públicos, el coronel libio y el primer ministro compartieron un cuscús de pescado.
Blair, quien compareció solo ante la prensa tras la entrevista, reconoció que tenía “una sensación extraña por haber venido aquí después de todo lo que ha pasado y por supuesto soy consciente del dolor que ha padecido mucha gente como consecuencia de las acciones terroristas del pasado –y agregó–, pero el mundo está cambiando y tenemos que hacer todo lo posible para atajar la amenaza que afrontamos”. Libia, que en los ‘80 y los ‘90 pasaba por ser uno de los principales apoyos del terrorismo islamista, quiere ahora colaborar en la lucha contra esa amenaza. En 1999 reconoció su responsabilidad en el atentado contra un avión de Panam sobre el cielo de Lockerbie (Escocia), en 1988, que provocó la muerte de 270 personas. En agosto del año pasado aceptó indemnizar a los familiares de los afectados y en diciembre acordó desmantelar sus arsenales de armas de destrucción masiva. Libia y el Reino Unido habían roto relaciones en 1984, después de que una policía británica muriera de un disparo realizado desde la embajada libia en Londres durante una manifestación de opositores. Las reanudaron en 1999, pero los dos gobiernos no tuvieron contactos bilaterales hasta 2002.
Blair anunció una compacta serie de acuerdos políticos, militares, económicos y culturales. Dos grandes empresas británicas firmarán acuerdos con Libia. La petrolera anglo-holandesa Shell abrió el camino con la firma de un acuerdo con la petrolera estatal libia NOC para explorar y producir gas licuado en la costa libia (ver nota abajo). En Libia operan ya empresas occidentales como la española Repsol, la italiana Eni, la austríaca OMV, la australiana Woodside y la griega Hellenic. Libia negocia también sendos acuerdos con el gigante aeronáutico BAE Systems para desarrollar “instalaciones aeronáuticas civiles”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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