Mié 21.04.2004

EL MUNDO  › LOS NORTEAMERICANOS DEJAN LA CIUDAD MAS REBELDE DESPUES DE UN ACUERDO

El final (por ahora) del sitio contra Faluja

Un acuerdo entre funcionarios de Estados Unidos y líderes locales permitió poner fin al sitio de la ciudad de Faluja, que duró dos semanas y produjo cientos de muertos.

Por Patrick Cockburn*
Desde Bagdad

La policía iraquí comenzó a regresar a Faluja ayer, después de un acuerdo entre funcionarios de Estados Unidos y los líderes locales que puso fin a dos semanas de sitio en el que por lo menos 1500 personas murieron y resultaron heridas. Muchos recibieron disparos de francotiradores de los marines estadounidenses. “Dejé mi casa con mi hijo y mi hija para ir a cuidar a mi otra hija, porque pensé que su casa había sido atacada”, dijo una mujer de mediana edad de Faluja, desde una cama en el Hospital de Cirugía Especial en la ciudad médica de Bagdad. No quiso dar su nombre porque, igual que todos los otros heridos de la ciudad que llegan a Bagdad, temía que las tropas estadounidenses la arrestaran y descubrieran que tenía heridas de bala.
“Las tropas estadounidenses estaban en el techo de la mezquita y me dispararon a mí y a mi hijo”, recordó, apoyada sobre almohadas y lamentándose cuando un médico le tomaba la presión. “Recibí dos balas en el pecho y una en la mano. Mi familia no me quiere decir si mi hijo está vivo o no.” La mujer, una viuda de cincuenta y un años, dijo que uno de sus hijos había sido herido durante la guerra entre Irán e Irak: “Perdió su lengua y su brazo. Era mi segundo hijo, que era propietario de un negocio y nos mantenía a los dos, pero ahora puede estar muerto”. Es por la pérdida de vidas civiles en Faluja, aunque muchos testigos dicen que muchos insurgentes armados también fueron atacados por francotiradores, que el sitio ha dañado tanto la reputación de las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos entre los iraquíes.
La radio militar dirigida por EE.UU. llamó ayer a los ciudadanos de Faluja a que entregaran sus armas pesadas, lanzadores de granadas propulsados a misiles y ametralladoras pesadas, a la policía local. Unos 200 policías, armados y usando chalecos antibalas, regresaron a sus tareas. Los marines estadounidenses que rodeaban Faluja están dejando entrar a 50 familias por día a la ciudad de 300.000 habitantes, un tercio de los cuales huyeron. Ha sido el mes más violento en Irak desde el comienzo de la guerra. En un incidente, ayer una barrida de dieciocho ráfagas de mortero cayó sobre la cárcel Ab Gharib, a 20 kilómetros de Bagdad, matando a 22 detenidos e hiriendo a un centenar. Esto presumiblemente fue un ataque de guerrilleros, pero no queda claro por qué atacarían una cárcel.
Desde el 1° de abril unos 1100 iraquíes han muerto, según los informes del hospital, de la policía iraquí y de los militares de Estados Unidos, aunque el ejército de Estados Unidos se niega a llevar la cuenta de los muertos civiles iraquíes. El teniente general Ricardo Sánchez, el comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, maneja la cuestión de las pérdidas de vidas civiles presumiendo que todos los muertos son rebeldes. Dijo que por lo menos 1000 murieron este mes.
“Han visto desatar el poderío del ejército estadounidense”, dijo el general Sánchez. Por lo menos 99 soldados estadounidenses han muerto en el mismo período en las luchas más intensas que se hayan visto desde la guerra el año pasado. Las tropas de Estados Unidos están entrenadas primariamente para protegerse y abrir fuego frente a cualquier amenaza o por ninguna razón en particular que sea discernible para los iraquíes. En lo que parece ser un ejemplo de este estilo de gatillo feliz, las tropas estadounidenses han muerto a tiros a dos empleados de la televisión Al Iraqiya, controlada y financiada por Estados Unidos.
Un corresponsal, Asaad Kadhim, y su conductor Hussein Saleh murieron y su cameraman Jassem Kamel fue herido “después de que las fuerzas estadounidenses abrieran fuego sobre ellos mientras estaban llevando a cabo sus tareas” cerca de la ciudad de Samarra, dijo la estación de televisión. Kamel, el único sobreviviente del equipo de Al Iraqiya, explicó que estaban filmando cerca de la famosa mezquita espiral enSamarra: “Después de hacer algunas entrevistas en la estación de policía partimos y anduvimos unos 500 metros, cuando abrieron fuego contra nosotros. No estábamos filmando. Estábamos viajando en un automóvil normal”. Por otra parte, a pesar de la tregua en vigencia, ayer los marines estadounidenses mataron a ocho rebeldes y destruyeron ocho vehículos en el bastión sunnita de Faluja.

* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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