El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, responsabilizó de forma unívoca al gobierno de Vicente Fox de la crisis diplomática creada entre ambos países. Insistió en defender la teoría de un complot que involucra a “altos cargos” del gobierno mexicano en el caso del empresario de origen argentino, Carlos Ahumada. A la vez, consideró una “buena señal” la disposición al diálogo expresada por México. Pérez Roque mostró a la prensa videos con declaraciones realizadas por Ahumada –durante las investigaciones en Cuba– relativas a su participación en casos de corrupción a políticos mexicanos.
El caso de Ahumada, quien fue detenido en la isla y deportado a México la semana pasada, ha sacudido a la clase política mexicana y está en el centro de la mayor crisis diplomática que han enfrentado Cuba y México en más de cien años de relaciones. La crisis detonó el domingo cuando México anunció la retirada de su embajadora en La Habana y ordenó la expulsión del representante cubano en la capital mexicana. El conflicto se debió a las afirmaciones de La Habana sobre las implicaciones políticas del caso Ahumada, la presencia de dos presuntos “agentes” cubanos en México y las críticas del presidente Fidel Castro sobre la política exterior mexicana.
Pérez Roque respondió ayer a los argumentos del gobierno mexicano, al que responsabilizó de crear una confrontación diplomática “artificial” con la isla para desviar la atención de la opinión pública del tema Ahumada y de las “crecientes sospechas” de la existencia de un complot político en México. “El gobierno de México es responsable de esa crisis con su actuación injustificable, irreflexiva y soberbia, que ha puesto las relaciones al borde de la ruptura”, dijo.
No obstante, dejó una puerta abierta a un posible arreglo al considerar como una “señal positiva” una nota diplomática de su homólogo mexicano, Luis Ernesto Derbez, en la que expresaba su disposición a restablecer el diálogo por las vías diplomáticas. “Creo que si ese espíritu hubiera estado presente en las decisiones precipitadas tomadas este fin de semana se hubiese evitado ese punto”, agregó el ministro, que defendió que Cuba se ha visto “obligada” a divulgar las grabaciones de Ahumada y responder a las “acusaciones” de México para defenderse.
En la primera grabación mostrada por el ministro, Ahumada admite que entregó los videos en que aparece sobornando a políticos del gobierno de la Ciudad de México para poder “negociar” apoyo político y económico, y lamenta no haber recibido nada a cambio. En otra cinta, Ahumada reconoce que ha recibido un trato “humano, muy bueno y respetuoso” durante su detención en Cuba y que su colaboración en la investigación fue un gesto “voluntario, instantáneo” –contradiciendo los términos de la carta enviada esta semana por Ahumada al fiscal mexicano, Rafael Macedo, en la que denunció que había declarado en Cuba bajo presión–.
Por último, el canciller negó supuestas actividades de espionaje de los dos funcionarios cubanos acusados por México de trabajar como presuntos “agentes” de la isla.