EL MUNDO
› AHORA MEXICO LE PIDE A CUBA QUE DE EL PRIMER PASO
La (no) respuesta a los videos
El gobierno mexicano señaló ayer que espera que Cuba dé el primer paso para restablecer a nivel de embajadores sus relaciones diplomáticas, al mismo tiempo que asegura que mantiene la mano extendida al régimen castrista. El canciller Luis Ernesto Derbez consideró ayer que no se está “al borde de la ruptura”, tras haber enviado una carta el martes a su homólogo en la que proponía “encauzar” de nuevo la relación.
El canciller Derbez dijo que el conflicto se inició cuando Cuba no respetó los canales diplomáticos para anunciar la deportación de un empresario, Carlos Ahumada, acusado de fraude en México. Derbez y el secretario de Gobernación (Interior), Santiago Creel, se emplearon a fondo ayer para intentar replicar a la larga lista de recriminaciones que expuso el día anterior el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, en La Habana.
“Hay ahora el interés, la buena voluntad (...) de ir cumpliendo todos los instrumentos diplomáticos”, lo que podría llevar “la relación donde la confianza y el diálogo nos restituyan poder hacer valer nuestros intereses en esta hermandad entre nuestros pueblos”, añadió Derbez, que alternó esa buena voluntad con las críticas a La Habana.
En la conferencia el día anterior, el canciller Pérez Roque dijo: “Cuba considera que el gobierno mexicano es el responsable (de la crisis), con una posición injustificable, irreflexiva y soberbia”. La aparición en otro video, esta vez filmado en Cuba, del empresario Ahumada asegurando que había un complot detrás de sus sobornos a políticos de izquierda, volvió a levantar polvareda en México, donde arrecian las acusaciones entre el gobierno federal y el opositor Partido de la Revolución Democrática.
Ahumada apareció en una grabación confesando que negoció supuestos privilegios, no se sabe con quién, antes de huir de México a Cuba, el pasado 27 de febrero. Según Pérez Roque, con la proyección de esas imágenes Cuba intentó demostrar que la deportación de Ahumada a México fue acertada, pues no era un simple caso de sobornos a cambios de contratos públicos sino que detrás había nada más y nada menos que toda una operación política. La incógnita en México es a quién se refiere Carlos Ahumada sobre supuestas negociaciones con “ellos”.