Un ciudadano, al parecer de nacionalidad boliviana, murió quemado por unas 600 personas que lo acusaban de haber participado en un asalto y asesinato en un poblado peruano cercano a la frontera con Bolivia, informó ayer la policía peruana. La víctima, que se identificó como Santos Choque y dijo ser boliviano, fue sacada a la fuerza de la comisaría de Desaguadero y llevada a un despoblado a 8 km del lugar, donde le prendieron fuego tras rociarlo con combustible, añadió un agente policial de Desaguadero, al sudeste del país. Choque había sido detenido la noche del lunes luego de haber participado junto con otras dos personas en el asalto a una camioneta de pasajeros en el que murió el conductor Hernán Hillacutipa, informó la fuente. El incidente se produjo días después de que miles de indígenas aymaras tomaran justicia por sus propias manos y lincharan el 26 de abril a Cirilo Robles Callomamani, alcalde de Ilave, localidad ubicada también en el sudeste de Perú y cercana a la frontera con Bolivia. La comisaría de Desaguadero tenía una escasa dotación policial, porque la mayor parte de su contingente se encuentra precisamente en Ilave. Allí todavía se respira un clima de tensión social, debido a que los habitantes reclaman la libertad de siete personas acusadas por la muerte del alcalde.