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› EL EJERCITO ISRAELI YA DOMINA LA MAYORIA DE LAS CIUDADES PALESTINAS
Cinco minutos antes de medianoche
Mientras Israel aumentaba ayer el número de ciudades y aldeas palestinas bajo su dominio, una dura pulseada estalló en Belén en torno de la Iglesia de la Natividad, donde entre 200 y 400 milicianos palestinos armados se refugiaron ante el avance del ejército israelí. El Vaticano emitió una durísima crítica a Israel y la Unión Europea envió una misión que llega hoy.
Por Suzanne Goldenberg *
Desde Ramalá
El ejército israelí expandió ayer su ocupación a casi todas las ciudades palestinas de Cisjordania, aun cuando la condena internacional de su devastadora ofensiva alcanzó un nuevo nivel. Mientras más de 150 tanques entraban en la ciudad de Nablus disparando granadas anoche tarde, el ejército se encontraba al borde de asumir el control de las vidas de más de un millón de palestinos que viven en los pueblos y ciudades de Cisjordania. El ataque a Nablus, la ciudad más grande de Cisjordania, dispersó grupos de policías y hombres armados palestinos que habían intentado cerrar los caminos principales utilizando bolsas de arena y tachos de basura llenos de arena, y habían plantado minas caseras.
Antes, mientras vehículos blindados israelíes ajustaban su control en las ciudades norteñas de Jenin y Salfit, y la batalla continuaba alrededor de uno de los sitios más sagrados del cristianismo por segundo día ayer, la comunidad internacional abrigaba dudas sobre el emprendimiento por Israel de una guerra contra los atacantes suicidas. Mientras la crisis más grave en Medio Oriente en 20 años entraba en su sexto día, había crecientes temores que la conflagración en Cisjordania pudiera extenderse al mundo árabe. Egipto suspendió sus relaciones gubernamentales con el Estado judío, un gesto en gran parte simbólico para apaciguar la opinión popular después de varios días de protestas callejeras. Egipto retiró a su embajador de Tel Aviv el noviembre de 2000 en protesta por los disparos del ejército israelí contra los tiradores de piedras. En El Cairo, el ministro de Comunicaciones Safwat el-Sherif dijo que Egipto limitaría sus contactos con Israel a aquellos “que sirvan a la causa palestina”, pero no rompería contactos diplomáticos. En la frontera norte de Israel, los cazas dispararon misiles contra las posiciones de la guerrilla Hezbolá por segundo día ayer, después de que tres puestos del ejército fueran alcanzados por misiles (ver nota aparte).
El Papa emitió una fuerte declaración contra las “injustas y humillantes condiciones impuestas al pueblo palestino así como las represalias y los ataques de venganza que no hacen más que alimentar una sensación de frustración y odio”. La Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunían anoche en sendas sesiones de emergencia para discutir la violencia en Cisjordania, ejerciendo mayor presión sobre Washington para que intervenga.
Durante los últimos seis días, Washington no ha criticado a Sharon ni ha llamado a un alto a la ofensiva y el asedio sobre el líder palestino, Yasser Arafat. “El presidente sigue siendo claro –dijo ayer el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer–. Es lo que ha estado diciendo durante días, que desde que comenzaron los suicidas terroristas y los ataques en Israel, él entiende y respeta el derecho de Israel de defenderse.” Sin embargo, Fleischer se permitió un pequeño giro en el enfoque de Estados Unidos para lograr la paz en Medio Oriente, diciendo que podría haber discusiones políticas con los palestinos, algo inaceptable para Sharon, que quiere que las negociaciones se enfoquen garantizando la seguridad de Israel.
Si bien estos comentarios iban dirigidos a los palestinos, es improbable que convenzan a la Unión Europea. La UE es la mayor donante a la Autoridad Palestina que ha sido devastada por la ofensiva militar de Israel, y hace tiempo que busca un rol más prominente en Medio Oriente. “Resulta claro que los esfuerzos de mediación de Estados Unidos han fracasado, y necesitamos nueva mediación –dijo el presidente europeo Romano Prodi–. La tensión está aumentando en los países de Medio Oriente. Se debe evitar una mayor escalada de la crisis a toda costa.” La UE decidió anoche enviar a Israel una misión que llegará hoy.
Dentro de las ruinas de su complejo en Ramalá, donde Arafat pasó seis días con un heterogéneo grupo de guardias de seguridad, activistas extranjeros pacifistas y los gaiteros de su banda, los temores de un ataque israelí inminente para exiliar o asesinar al líder palestino están cediendo, dijo Caoimhe Butterly, un activista pacifista irlandés de 23 años. Pero en una breve conversación antes de que la línea telefónica se cortara, dijo que las condiciones eran sombrías. El agua potable estaba racionada y el abastecimiento de energía era intermitente. Los funcionarios palestinos dijeron que Arafat tenía provisiones de medicamentos no especificados para sólo dos días. A todo esto, la ofensiva en Cisjordania continuaba, y los funcionarios del gobierno israelí decían que el ejército estaba aumentando su ofensiva, esperando completar su cacería de atacantes suicidas palestinos, antes de que la presión diplomática los obligara a un alto.
Hasta ahora, el furioso ataque ha producido pocos resultados tangibles para Israel a medida que ciudades palestinas son reducidas a escombros, acorralando a decenas de miles en sus hogares durante días y provocando escasez de alimentos y otras provisiones vitales. Después que helicópteros artillados y tanques israelíes bombardearan un complejo de seguridad en Ramalá durante casi 24 horas en el combate más intenso de su ataque, un vocero del gobierno anoche anunció la captura de sólo seis de los militantes palestinos buscados, y no había señales de que en las búsquedas casa por casa en las ciudades de Cisjordania se haya logrado descubrir ningún fugitivo conocido.
Mientras tanto, en Jerusalén, la policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos e hizo retroceder a golpes a varios ómnibus cargados de activistas de paz israelíes que esperaban entregar alimentos en Ramalá. En Jenin, por lo menos cinco palestinos, incluyendo una enfermera y un adolescente resultaron muertos cuando los tanques y los helicópteros artillados comenzaron a bombardear la ciudad y el campo de refugiados adyacente. El ejército también tomó control de Salfit, cortando la electricidad y las líneas telefónicas, pero no se informaron bajas.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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