Lun 21.06.2004

EL MUNDO

En pocos días los iraquíes podrán decidir si matan o no a Saddam

Uno de los efectos posibles de la cesión de poder de los Estados Unidos a sus representantes iraquíes podría ser el levantamiento del veto norteamericano para conferir a Hussein la pena de muerte.

Por Patrick Cockburn
y Stephen Khan *
Desde Bagdad

Irak podría ejecutar al mandatario derrocado Saddam Hussein luego de un juicio, dijo el director del tribunal de guerra iraquí Salem Chalabi, ayer. En tanto, las rutas que comunican Bagdad con el aeropuerto eran blanco de ataques, en los que murieron dos soldados iraquíes y once fueron heridos, y seis policías y cuatro civiles fueron heridos tras un ataque con mortero en el Banco Central en Bagdad. Un grupo armado amenazaba con decapitar a un rehén surcoreano si ese país no desiste en su envío de soldados a Irak.
Chalabi, a cargo de la formación de un tribunal especial para enjuiciar a los funcionarios del régimen derrocado, declaró que una vez que el gobierno iraquí tenga soberanía el 30 de junio, tendrá el poder de levantar la suspensión de la pena de muerte impuesta por el jefe de la administración norteamericana, Paul Bremer. “El gobierno iraquí debe hacer el paso de levantar la suspensión”, explicó Chalabi en un programa televisivo ayer. “Si la suspensión impuesta por Paul Bremer se levanta, entonces es posible que se aplique la pena de muerte a los convictos por asesinato o violación.” Chalabi dijo que desde los tribunales se estaba “negociando intensamente con las fuerzas de coalición” para tomar bajo su responsabilidad la custodia de Saddam y de los detenidos políticos del régimen depuesto.
Mientras tanto, la resistencia incrementó su ofensiva en el vital aeropuerto de Bagdad, ayer, al estallar una bomba en la autopista cuando pasaba una caravana de autos, en la que murieron dos soldados iraquíes, e hirieron a once más –cuatro en estado crítico–. El ejército norteamericano admitió que no tiene todo el control sobre la autopista que comunica Bagdad con su aeropuerto, e insistió que los miembros de la Autoridad Provisional de la Coalición, los contratistas y residentes extranjeros sólo viajen por la carretera en ciertos momentos, períodos en los que protegerán el tráfico con helicópteros y rondas de patrullas terrestres. La ruta hacia el aeropuerto es probablemente la más importante en Irak, y fue la pérdida del aeropuerto en mano de fuerzas norteamericanas el año pasado lo que señaló el comienzo del colapso del régimen de Saddam Hussein. Las continuas aseveraciones del ministro Iraquí de Información, apodado “Alí el cómico”, de que el ejército iraquí aún tenía posesión del aeropuerto, lo ridiculizaron en todo el mundo.
Las palmeras y las arboledas que circundaban los caminos han sido podadas o quemadas para evitar que las guerrillas las usen de escudo para cubrir sus ataques. Las bombas, detonadas generalmente a los costados del camino, suelen ser de comando remoto. La caravana atacada ayer era de soldados norteamericanos e iraquíes. “Al grueso de los terroristas no les importa a quién matan”, dijo el teniente Tim Ryan, que comanda el segundo batallón, del duodécimo regimiento de caballería. Los insurgentes buscarían infligir bajas en el ejército iraquí, de sólo siete mil hombres, antes de que salga al combate. Otra de las razones por las cuales una unidad iraquí fue atacada ayer es que los soldados iraquíes son más vulnerables al estar menos protegidos y armados que los norteamericanos. Estados Unidos quiere mostrar a las fuerzas iraquíes jugando un rol más activo en la seguridad, en el proceso de transferencia de soberanía al gobierno iraquí.
Mientras tanto, la violencia continúa en incremento en Irak. El sábado hubo un fallido intento de asesinar al ministro de Salud, Alaadin Al-Alwan, seguido de un tiroteo en el que siete policías iraquíes fueron heridos. Diez iraquíes murieron y doce fueron heridos en combates entre fuerzas norteamericanas y la resistencia en el norte de Bagdad. Un marine norteamericano murió en la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad. También en Bagdad, hubo dos explosiones en la noche, y más temprano durante el día un ataque con mortero dejó seis policías y cuatro civiles heridos en las inmediaciones del Banco Central. Un ataque aéreo norteamericano en Faluja el sábado mató a 22 personas, pero aún no había precisión sobre la identidad de las víctimas. Fuentes norteamericanas afirmaron que las dos casas destruidas eran punto de encuentro de militantes liderados por Abu Musab Al Zarqawi, sospechoso de iniciar una campaña de ataques suicidas con bombas. El primer ministro interino Iyad Allawi, dijo ayer que la casa que fue destruida era usada por terroristas. Sin embargo, oficiales iraquíes en Faluja negaron estas afirmaciones y dijeron que mujeres y niños fueron víctimas de los ataques aéreos. “Cuando inspeccionaron los restos, encontraron cuerpos de mujeres, niños y ancianos. Era una familia”, dijo Brig Nouri Aboud de la Brigada de Faluja, la fuerza iraquí que supervisa la ciudad. No había señales de extranjeros en la casa”, agregó.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Traducción: Alicia B. Nieva

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