La izquierda uruguaya se fijó como sus principales objetivos combatir el desempleo y erradicar la pobreza si gana las elecciones de octubre próximo, que le permitirán la oportunidad histórica de alcanzar por primera vez el poder. El líder de la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), Tabaré Vázquez, un oncólogo de 64, cerró en Montevideo la campaña electoral de ese grupo ante los comicios primarios que se realizarán el domingo. Las encuestas le dan a Vázquez el primer lugar para las elecciones presidenciales, con una intención de voto del 48%, lo que le permitiría a la izquierda arrebatar por primera vez el poder a los partidos tradicionales, el Colorado y el Nacional. Vázquez señaló el desempleo y la “emergencia social” como “las dos congojas” prioritarias. Su eventual gobierno implementará un salario social “para cubrir las necesidades básicas de los jefes y jefas de hogar desempleados”, a quien se les pedirá una contrapartida de capacitación profesional. En el último trimestre febrero-abril, el desempleo se situó en el 14,2%, tres décimas por encima del trimestre anterior, pero cuatro puntos menos que el mismo período del 2003. Sin embargo, cuatro de cada diez uruguayos trabajan “en negro”, según el Instituto de Estadística. En números absolutos significa que 407.000 personas no están afiliadas a la seguridad social y por tanto ni cotizan ni tienen cobertura médica.