Saddam Hussein hizo tambalear ayer a los mercados energéticos al cortar las exportaciones de petróleo a Occidente como medida para forzar a Israel a abandonar su ofensiva en Cisjordania. Otros dos países productores, Irán y Libia, dijeron que estaban considerando seguir la medida pero los mayores exportadores de Medio Oriente, Arabia Saudita y Kuwait difícilmente se unan al boicot a pesar de que en la región hay un sentimiento generalizado respecto de tomar algún tipo de represalia contra Israel.
El precio del barril de Brent aumentó en más de un dólar el barril en los mercados mundiales mientras los comerciantes se preocupaban por encontrar provisiones alternativas para responder a la creciente demanda. Irak dijo que las provisiones de petróleo van a ser recortadas por 30 días a menos de que Israel se repliegue previamente. A pesar de que Saddam insistió en que quería detener la ofensiva israelí en Cisjordania, sus movimientos también fueron interpretados como maniobras diplomáticas frente a los esfuerzos de Estados Unidos y Gran Bretaña para derribarlo. El líder iraquí dijo: “Los enemigos sionistas y norteamericanos han desestimado las capacidades de la nación (árabe)”.
Irak dijo que había cerrado los oleoductos hacia Turquía y al Golfo a las 10 de la mañana. Normalmente exporta dos millones de barriles por día, cerca del cuatro por ciento del comercio mundial. La pérdida del petróleo de Irak debería tener relativamente poco impacto sobre las provisiones mundiales porque hay muchos otros países productores que podrían absorber la falta. Pero la movida de Saddam trajo más nerviosismo a los mercados de energía respecto de la continuada volatilidad en Medio Oriente. Irán llamó el viernes a sanciones petroleras contra los países que apoyan a Israel mientras que Libia dijo ayer que apoyaba esa medida. No es la primera vez que Irak ha recortado petróleo por razones políticas. Bagdad recortó provisiones el año pasado en protesta por sanciones de la ONU.