EL MUNDO
› MASIVO ACATAMIENTO AL PARO NACIONAL DE PROTESTA EN PERU
El día que dijeron “Toledo, lárgate ya”
Pese a afirmaciones del gobierno, entre un 75 y un 90 por ciento de la población del interior y un 60 por ciento de la limeña acató el paro contra el presidente Alejandro Toledo, a quien se le pidió la renuncia.
› Por Carlos Noriega
Página/12
en Perú
Desde Lima
El paro nacional realizado ayer en todo el Perú en protesta contra el gobierno del presidente Alejandro Toledo y su política económica neoliberal fue acatado mayoritariamente, especialmente en las ciudades del interior del país. La jornada de protesta, convocada por la izquierdista Central General de Trabajadores del Perú (CGTP), culminó con un mitin en la Plaza Dos de Mayo, ubicada en el centro de Lima y donde la CGTP tiene su local central, en el cual se exigió la renuncia del presidente Toledo.
Aunque durante los días previos al paro el gobierno había insistido en que los organizadores de la huelga pretendían desatar la violencia durante las protestas, el paro se realizó pacíficamente. Hubo solamente aislados enfrentamientos con la policía cuando ésta intentó despejar algunas rutas bloqueadas. La profecía de “una asonada terrorista” repetida una y otra vez por el gobierno para intentar desacreditar la protesta no se cumplió. Según informes del Ministerio del Interior y de la Defensoría del Pueblo, cerca de 70 personas fueron detenidas por bloquear rutas o quemar llantas. Antes del mediodía, el presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, apareció en Palacio de Gobierno, rodeado de algunos ministros, para asegurar que “el paro ha sido un fracaso”. “El país funciona normalmente, los mercados están abiertos, los niños están en los colegios, el comercio funciona, en consecuencia el paro no ha tenido éxito”, señaló Ferrero, y remarcó que “entre el 96 y el 98 por ciento” de la población ha ido a trabajar. Mientras Ferrero decía esto, la mayoría de colegios públicos de Lima estaban vacíos y las calles de la capital se parecían a las de un día feriado, con el transporte público operando a la mitad o menos de los habitual y con poca gente en las calles.
Mientras el gobierno insistía en el fracaso de la protesta, la CGTP la calificaba como “un éxito rotundo”. Según sus cálculos, en provincias el paro tuvo un respaldo de entre el 75 y el 90 por ciento, y en Lima del 60 por ciento. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, considerada como una instancia imparcial, el paro fue acatado “por un grueso sector de la población” en al menos 14 ciudades.
Durante el mitin con el cual se cerró la jornada de protesta antigubernamental, las palabras de Ferrero diciendo que todo era “normal” en el país fueron objeto de la burla de los oradores y de los cerca de 10.000 asistentes a la Plaza Dos de Mayo. Desde un estrado con los colores blanco y rojo de la bandera peruana levantado en la fachada del viejo local de la CGTP, los diversos oradores, entre líderes sindicales y dirigentes políticos de izquierda, coincidieron en exigir el inmediato cambio de la política económica y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución heredada del gobierno autoritario del ahora prófugo ex presidente Alberto Fujimori. El gobierno ya ha respondido que no cederá a estas demandas. Negativa que abrió las puertas para que se pida a gritos la renuncia presidencial, ante el entusiasmo de los asistentes, que gritaban “Toledo incapaz, lárgate ya”.
“El pueblo se ha levantado hoy para decir: señor Toledo, no lo queremos un día más en Palacio de Gobierno”, señaló durante su discurso Mario Huamán, presidente de la CGTP, ante el entusiasmo de los asistentes. Luego, en diálogo con Página/12 y alejado de la multitud, Huamán matizó su exigencia de renuncia de Toledo y aclaró que el pedido de la vacancia presidencial “es algo que se está evaluando; si Toledo no escucha nuestras demandas entonces debatiremos el pedido de vacancia, pero esa tendrá que ser una decisión colectiva”. Pero durante el largo mitin esa decisión parecía ya haberse tomado. Todos los oradores coincidieron en exigir la inmediata renuncia de Toledo. Huamán también exigió el cambio de la política económica, que, dijo, “beneficia solamente a unos pocos grandes empresarios”, y la restitución de derechos laborales perdidos durante el gobierno de Fujimori y que no han sido repuestos. Y como para ganarse las simpatías de la prensa, Huamán recordó que “el 99 por ciento de los periodistas que están aquí no están en planilla y no tienen ningún derecho laboral, eso debe cambiar”.
El presidente de la CGTP, Juan José Gorriti, señaló a Página/12 que esperarán el discurso que el presidente Toledo deberá dar a la nación el próximo 28 de julio al cumplir tres años de gobierno, “y si vemos que no hay una respuesta a nuestras demandas de convocar a una Asamblea Constituyente y de modificar el rumbo de la política económica, entonces evaluaremos nuevas acciones de lucha”. Y esas nuevas acciones tendrían como eje la exigencia de la renuncia de Toledo. Gorriti calificó el paro de ayer como “preventivo” y señaló que ha sido “el paro más importante convocado para exigir modificaciones en la política de un gobierno, los otros dos grandes paros en la historia fueron los de 1977 y 1999 y ambos fueron para exigir la salida de dos gobiernos dictatoriales”.
En opinión del congresista Javier Diez Canseco, el paro de ayer “es un reflejo del aislamiento del gobierno”. Sobre los pedidos de renuncia de Toledo, Diez Canseco declaró a Página/12 que “ese es un pedido que comparte el 84 por ciento de la población, según las encuestas”. Al final del diálogo lanzó un pronóstico: “Creo que a partir de ahora se viene un período muy crítico, la crisis se va a acelerar a una velocidad muy grande”.
El ex presidente y líder del APRA, que a último momento apoyó el paro, exigió ayer la renuncia del ministro Ferrero “por haber mentido cuando dijo que el paro iba a ser violento”. Alan García no participó durante las manifestaciones ni el mitin convocado por la CGTP.