EL MUNDO
› DECENAS DE COLOMBIANOS ENTRAN EN VENEZUELA
Los que escapan de los paras
Por Clodovaldo Hernández *
Desde Caracas
Más de 160 colombianos, en su mayoría indígenas de la etnia wayuu, han ingresado ilegalmente durante las últimas semanas al territorio venezolano, huyendo de grupos paramilitares. Los desplazados proceden del departamento colombiano de La Guajira y se han movilizado hasta las afueras de Maracaibo, segunda ciudad de Venezuela y capital del Estado de Zulia, la principal región petrolera del país.
Los wayuu son una etnia que habita una extensa zona geográfica a ambos lados de los límites colombo-venezolanos en la península de La Guajira. El representante en la zona del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Markku Aikomus, dijo que han censado a los afectados y están a la espera de la decisión que deben tomar las autoridades venezolanas al respecto. Existe la posibilidad de que Venezuela preste auxilio a estos desplazados, en cuyo caso recibiría el respaldo del Acnur.
Carlos Montiel, funcionario de la Cruz Roja en la región occidental venezolana, explicó que en una primera fase están levantando el registro de las personas que abandonaron sus poblados en la zona fronteriza colombiana y se han adentrado en tierras venezolanas. El gobierno venezolano se ha mostrado cauteloso al respecto. El general Castor Pérez, comandante del Regional 3 de la Guardia Nacional, con sede en Maracaibo, aclaró que hasta ahora no puede hablarse de desplazados o refugiados sino de “ciudadanos en tránsito”. Fuentes militares indicaron que el problema tal vez sea más complejo de lo estimado inicialmente, pues podría tratarse de una rivalidad interna del Cartel de la Costa, organización del narcotráfico en la que existe una fuerte presencia de indígenas wayuu y también de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Los colombianos afectados niegan pertenecer al referido cartel y aseguran que se vieron obligados a huir, abandonando sus propiedades, siembras y animales, porque los paramilitares estaban ejecutando una operación de tierra arrasada. “Mataron a muchos de nuestros vecinos, los decapitaron, los descuartizaron”, comentó uno de los campesinos a la prensa de Maracaibo.
Los colombianos que huyen de las diversas manifestaciones de violencia en su país (guerrilla, paramilitarismo y narcotráfico) suelen llegar por oleadas a Venezuela, ocasionando recurrentes problemas de manejo de emergencias humanitarias, pues regularmente se trata de grandes contingentes, con alto porcentaje de niños, embarazadas, ancianos y enfermos que requieren atención especial. Por ello, en numerosas ocasiones estas personas han sido repatriadas en acciones concertadas con las autoridades colombianas.
Organismos de defensa de los desplazados, como la Internacional de Refugiados, consideran que tal actitud es contraria a lo establecido en los tratados internacionales, por lo que han catalogado a Venezuela como el país que más infringe tales normas en América latina.
La afluencia de colombianos y las informaciones acerca de los movimientos paramilitares en las vecinas poblaciones colombianas de Maicao, Bahía Portete, Bahía Honda y Uribia, provocaron también la movilización de tropas venezolanas hacia la fronteriza Sierra de Perijá, donde se están desplegando.
El incidente se produjo apenas unos días después de que el gobierno desmontara una organización integrada por unos 150 paramilitares colombianos que presuntamente realizarían actos de sabotaje contra instalaciones estratégicas en Caracas, incluyendo el palacio de gobierno.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.